Luego de conocerse que el intedente, Roger Terán, su vice Fabio Aquino y efectivos de la Policía Federal -entre otros-, quedaron detenidos en el marco de la causa por tráfico de drogas, la fuerza federal mencionada decidió desplazar a toda su cúpula en la provincia.
Es indiscutible que para el funcionamiento correcto de una red narco y el manejo millonario de dinero que deja el negocio es necesaria la complicidad del Estado, de otra manera no podría existir. Con lo que sucedió en Itatí, la localidad más religiosa de la Provincia de Corrientes, quedó al descubierto el nexo entre diferentes ámbitos estatales, con todos los poderes y fuerzas de seguridad involucradas.
No solamente fue detenido el intendente Roger Terán y su vice, Fabio Aquino, sino también empleados de la justicia, ciudadanos civiles, y hasta las fuerzas que -en teoría- deberían trabajar para que nada de eso pase.
Efectivos de la Policía Provincial fueron expuestos ayer, con rango, nombre y apellido, para luego separarlos de la fuerza. Hoy están arrestados.
En la jornada de hoy, en tanto, se supo que la Policía Federal relevó a toda la cúpula a nivel provincial. Se debe a que también mimebros de dicha fuerza fueron detenidos por los hechos de público conocimiento.
Al parecer, por lo que se pudo saber, la jefatura está en manos de un efectivo de Resistencia que estará interinamente hasta que se elija otra autoridad desde Buenos Aires.
El total de policías que fueron desplazados estaría entre 15 y 17, por sospechas de ser cómplices de los narcotraficantes.