Un doble atentado causa más de 40 muertos en Damasco

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Un doble atentado con el sello del terror yihadista causó este sábado una matanza entre chiíes de Irak que visitaban santuarios musulmanes del centro histórico de Damasco.

Más de 40 peregrinos murieron y 120 resultaron heridos en dos explosiones sucesivas registradas en un aparcamiento para autocares turísticos próximo a los mausoleos del cementerio de Bab al Saghir. El ataque, que ningún grupo se había atribuido aún en la noche del sábado, se produce en plena tregua en vigor desde el pasado 30 de diciembre y a cinco días del sexto aniversario del inicio de la guerra civil en el país árabe.

 

Ni las milicias del Estado Islámico ni las de las filiales de Al Qaeda están amparadas por el alto el fuego patrocinado por Rusia y Turquía tras la derrota de las fuerzas insurgentes en el este de Alepo. Las fuerzas yihadistas del autoproclamado califato están siendo desplazadas de Mosul, la capital en el norte de Irak, y se están viendo cercadas en la ciudad de Raqa, su feudo estratégico en el noreste sirio.

El terror del ISIS asumió la autoría del mayor atentado registrado en el área de Damasco durante el conflicto, que se cobró 134 vidas, en su mayoría de civiles, en febrero de 2016 en los lugares santos chiles de la mezquita de Sayeda Zeinab, localidad que lleva el nombre de la nieta de profeta Mahoma venerada por esta rama del islam.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG que cuenta con una red de informadores sobre el terreno, cifró en al menos 46 la cifra de víctimas, casi todas ellas peregrinos iraquíes. Testigos citados por France Presse relataron que primero estalló un bomba oculta bajo el asfalto al paso de un autocar y que cuando los viajeros se habían vuelto a agrupar para atender a los heridos un atacante suicida hizo estallar la carga explosiva que llevaba bajo sus ropas. El Ministerio de Asuntos Exteriores sirio consideró que el doble atentado era “la respuesta de a las victorias del Ejército sirio del Daesh (acrónimo en árabe de Estado Islámico) y de Al Nusra (la antigua milicia vasalla de Al Qaeda)”.

El ataque terrorista de Damasco amenaza con bloquear el proceso de diálogo abierto en las últimas semanas entre el Gobierno del presidente Bachar el Asad y los principales milicias y partidos de la oposición para intentar poner fin al conflicto. La semana que viene esta prevista una nueva ronda de conversaciones sobre el alto el fuego en Astaná, la capital de Kazajstán, bajo la tutela de Rusia e Irán, aliados del régimen de Damasco, por un lado, y de Turquía, que respalda a los grupos rebeldes, por otro.

El mediador de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, ha convocado también el próximo día 23 a ambas partes para reanudar las negociaciones de paz de Ginebra después de haber logrado pactar el pasado día 2 la agenda para una salida política a seis años de guerra en la que han muerto más de 300.000 personas y otros 11 millones —la mitad de la población— se han visto desplazadas de sus hogares.