El juez que entiende en la causa de la violación grupal de una joven en Caá Catí tiene en sus manos fotografías y videos del momento previo y posterior en el que drogaron y abusaron de una joven de 21 años en la localidad correntina, tras los festejos de Carnaval, hecho por el que ya están imputados y detenidos un jugador de fútbol, un prefecto y un empresario hotelero, informaron hoy fuentes judiciales.
Lucas Almeida, Cristian Contín y Santiago Chávez se encuentran detenidos en distintas dependencias policiales de la capital de Corrientes y a disposición de la Fiscalía, aunque hasta el momento ninguno quiso declarar.
«Hay varias fotos y al menos dos videos donde se ve quienes estuvieron y quienes participaron del hecho», explicó Eduardo Mosqueda, abogado de la familia de la joven abusada.
Uno de los videos tomó estado público, ya que los jóvenes que lo registraron lo enviaron por Whatsapp y se viralizó en Caá Catí y en algunos medios de comunicación local.
En ese video se puede ver el momento exacto en que Rocío, la joven de 21 años que denunció haber sido drogada, golpeada y violada por al menos tres amigos, es llevada por Lucas Almeida (ex jugador de Talleres de Córdoba y nieto de Isidro Almeida, ex intendente de Caá Catí, diputado y funcionario del Gobierno provincial).
Estas imágenes y son previas a la presunta violación investigada por la Justicia, están en poder del juez de Instrucción Nº 4, Leandro Maciel, quien ordenó la detención de los tres jóvenes tras el pedido del fiscal.
Los investigadores aun recaban datos para establecer la responsabilidad de otros jóvenes en el hecho, en especial de uno de apellido Meza, en cuya casa ocurrió el hecho, que es hijo del concejal Eduardo Meza y hermano del jugador de Independiente de Avellaneda, Maximiliano Meza.
«Estoy muy satisfecho por la participación de la gente, estuve en Caá Catí y vi el entusiasmo de la gente y respondió como nosotros habíamos previsto, pero la clase política no apareció por ahí», aseguró Mosqueda.
Para Mosqueda, «está un poco dividida la gente, pero la mayoría nos acompañó. Confiaron en que es el momento para sacar a la luz cuestiones de distinta índole y que no salieron porque fue una complicidad del poder policial, judicial, político».