La situación más complicada se vive en los barrios Cremonte y Ponce, donde no se logra un drenaje correcto y la inundación continúa. Ayer se registraron piquetes para pedir soluciones a las autoridades.
Ayer, un grupo de vecinos del Cremonte realizó un piquete por los inconvenientes que tienen desde el lunes.
Pasadas las 18, un grupo de personas decidió cortar la ruta para solicitar que las autoridades que brinden soluciones a los graves problemas que padecen.
“Desde el martes que estamos inundados. Tenemos más de 80 centímetros en nuestros hogares y nadie se acercó a brindarnos explicación o asistencia”, señaló Blas, un vecino, en contacto con uno de los periodistas de época. El corte se produjo frente a uno de los mayoristas más grandes de la zona.
Habitantes de la zona ofuscados se acercaron con ramas, palos, sillas y otros elementos que sirvieron para impedir el paso vehicular.
Con el pie en el agua María, otra vecina, comentó con lágrimas en los ojos que tiene cinco hijos y no puede retomar la vida normal. “Desbordó la laguna y seguimos con agua en la mayoría de nuestros hogares”, dijo. Luego agregó: “Recibí una herida cortante con un clavo y gracias a un vecino enfermero pude ser asistida con rapidez. “Esta situación es insostenible. Pasan las horas y el agua sigue estancada aquí. No podemos salir a trabajar y menos dejar la casa solo por temor a los robos que se están produciendo”, remarcó Roberto.
Rosa con un embarazo avanzado quiso mostrar su indignación y se sumó al corte de ruta. “Soy del barrio Cremonte y quiero informar que tenemos casas con agua hasta la rodilla. Entendemos las cuestiones climatológicas pero ya pasaron dos días de buen tiempo y todavía no se normalizó la situación”, señaló la mujer.
Ignacio trabaja en una panadería y comentó que hace dos días que no puede cumplir con sus funciones. “Entro a las 2 de la mañana y ante los inconvenientes que tenemos no pude ir a trabajar. Hemos perdido muchos elementos de uso diario y además debemos custodiar que nadie ingrese a nuestras casas”, señaló en hombre con indignación.
Evacuados e inseguridad
Muchas familias que se encontraban en los centros de evacuados volvieron a sus hogares. En el Hogar Escuela por ejemplo, se albergó a más de 200 personas -la mayoría niños y mujeres-. En la tarde de ayer, la totalidad de las personas que se encontraban evacuadas allí se retiraron para volver sus casas.
En el Ponce más de 60 personas se encuentran evacuadas en la Delegación Municipal de ese barrio -ubicada en las calles César Alvarez y Pedro Moresi-. Además de los impedimentos y riesgos que significa tener aguas en sus domicilios, la mayoría de los jefes de familias afectadas por las inundaciones decidieron realizar guardias rotativas por temor a robos.
El caos se sintió también en la 12
En total alrededor de 20 personas fueron las que participaron del piquete en la Ruta Provincial 5. Efectivos policiales se acercaron al lugar y no lograron disuadir a los manifestantes.
Una de las personas que encabezó la protesta se quejó de la falta de respuestas de las autoridades ante el pedido de obras que vienen haciendo desde el 2007. “Hace diez años reclamos y los trabajos de fondo no se realizan”, dijo Daniel.
El corte se extendió hasta la noche lo que generó enormes dificultades tanto en la Ruta Provincial 5 como en la Ruta Nacional 12.
Varios sectores del Yecohá también se encuentran inundados y solicitan obras y asistencia
Además de los problemas en los barrios que se encuentran sobre Ruta 5, en Yecohá -ubicado a 300 metros del kilómetro 1040 de la Ruta Nacional 12- también el agua se apoderó de varias viviendas.
De acuerdo a las denuncias de vecinos, las manzanas 28, 29, 36, 41 y 43 son las más complicadas. Aseguran que desde el 2014 piden a la Municipalidad de Corrientes la realización de una planificación de zanjeo que llegue hasta la ruta, ya que una cañada que se encuentra a metros de sus casas no tiene dónde desagotar, motivo por el cual el agua ingresó a los hogares hasta subir 30 centímetros.
“Esto es algo que se pudo haber evitado y eso es lo que más nos duele. Hace tres años que pedimos estas obras a la Comuna y nunca tuvimos respuestas. Hoy estamos autoevacuados porque nuestras casas están bajo agua”, exclamó indignado Ariel, vecino damnificado. Al necesitar una respuesta urgente, los vecinos reunieron firmas y mañana irán hasta el Municipio a hacer un nuevo reclamo.
“Hicimos todo por vías legales, nunca complicamos al resto con piquetes o cortes de calle. Pero al no darnos una respuesta, tendremos que ir personalmente”, agregó.
La problemática central está en un espejo de agua con forma de “C” que llega hasta la ex balanza, lugar donde finaliza el tramo de desagüe natural.