Se trata de María Esther Medina, quien era buscado por “vender” automóviles secuestrados por la Justicia, entre otros cargos.
La funcionaria María Esther Medina había sido suspendida en octubre de 2013, luego de ser denunciada por irregularidades en el manejo de vehículos secuestrados, además de alteraciones de actuaciones, omisión de registraciones, falsificación de documentos y utilización en beneficio propio de los vehículos secuestrados en causas penales.
Medina no prestó declaración en su momento, no ofreció pruebas de descargo ni efectuó alegato de defensa.
Las irregularidades de Medina comprometieron a su superior, la doctora Gabriela Aromí de Sommer, quien fue sancionada con una multa equivalente al 30% de la retribución que percibe en forma mensual.
Medina fue encontrada en la provincia de Córdoba.