Se ubica en el barrio Independencia; hacen prevención y asistencia. Hay talleres, enseñan oficios y hay espacios de reflexión y no se cobra por el servicio.
En lo que respecta al consumo, Blandino explicó que el consume depende de cada casa, que en la mayoría se tratan consumos de drogas lícitas como son el alcohol y las pastillas, pero que se hace hincapié en el sujeto no en las drogas.
Blandino, quien también es psicologa confesó que lo más complicado fue relacionarse con los vecinos ya que pensaban que el espacio iba a ser destruido por lo chicos, pero que luego se dieron cuenta que los jóvenes comenzaban hacer un cambio positivo y comenzaron a ayudar al espacio con donaciones de diverso tipo. Aclaró que no se interna a lo chicos sino que se trata de atención ambulatoria con turnos y evaluaciones.
Por último la vicedirectora del espacio, Gabriela Esquivel explicó la llegada de la droga a Corrientes y la pertenencia que se ha despertado en los jóvenes para con el lugar:
“La provincia tiene una frontera enorme y es vecina de Paraguay, el primer productor de marihuana, como Bolivia de cocaína. Todos los días llegan cargamentos de marihuana, por eso la preocupación municipal de aportar a la seguridad con vehículos que recorran los barrios.
Se ha logrado un sentido de pertenencia con el barrio y los chicos. Festejamos el cumpleaños de los chicos, muchos de ellos nos cuentan que es la primera vez que lo festejan. Nos dicen que somos su familia”.
Foto: El Litoral