Santa Cruz vivió una madrugada marcada por la tensión y los incidentes. Los fuertes disturbios con la policía, que se repitieron en cuatro oportunidades, ocurrieron durante la multitudinaria protesta que mantenían encerradas a Cristina Fernández de Kirchner y Alicia Kirchner dentro de la gobernación de Santa Cruz.
La policía de Santa Cruz reprimió en las primeras horas de hoy con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo de manifestantes que protestaba frente a la residencia de la gobernadora Alicia Kirchner y al menos cuatro personas resultaron heridas. Con la gobernadora se encontraba la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
En ese marco, el reportero gráfico Jorge Riquelme recibió un fuerte golpe en la cabeza y un trabajador estatal recibió 10 impactos de bala de goma en su espalda.
El inicio de la represión se produjo cuando un grupo de manifestantes abrió el portón de la residencia custodiada por policías e ingresó a los jardines internos para golpear la puerta principal y ventanas del edificio mientras la gobernadora se encontraba en su interior junto a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Desde las 21 del viernes, se convocaron más de 600 personas para realizar una protesta ruidosa fuera de la residencia oficial, donde además incendiaron basura en las esquinas que rodean el edificio.
Luego la represión se repitió en al menos cuatro ocasiones con corridas frente a la gobernación y la Jefatura de Policía y los manifestantes respondieron con piedras y bombas de estruendo.
La protesta se inició para «exigir respuestas de la gobernadora» por la demora en el pago de salarios del mes de marzo y el inicio de clases.
Los manifestantes colgaron carteles en el ingreso a la residencia con burlas hacia la mandataria a quien tildaron de «reina Batata», como la canción de María Elena Walsh que aludía a que estaba sentada en un trono de lata, y sin insultos durante la protesta pedían «salud y educación, no a la represión».