Ella es Esther Baldovino. La mujer había dado a luz a los 15 años y un día al volver de trabajar y su hijo ya no estaba. Su búsqueda jamás cesó y la vida logró reencontrarlos.
En en año 1977, Esther Baldovino tenía 15 años y quedó embarazada de su primer hijo, al que le dio el nombre de Fabián.
Su entorno era muy humilde y ella estaba obligada a salir a trabajar. Pero un día al regresar a su hogar, descubrió que su hijo no estaba. Se lo habían robado de la cuna.
Esther inició una búsqueda desesperada; hizo la denuncia policial, le preguntó a toda persona de la zona, pero no lo pudo hallar. La herida quedó abierta por el resto de su vida.
La mujer tuvo otros ocho hijos y desde fines de la década del ’80, las condiciones económicas la obligaron a mudarse junto con su familia a Lanús, provincia de Buenos Aires. Pero el recuerdo de Fabián siempre estuvo vivo.
Un día le contó su triste historia a unas hermanas evangelistas de la iglesia «Luz de Vida» de la mencionada localidad bonaerense, quienes le propusieron a Esther volver al Chaco para encontrar a Fabián.
Así fue como hallaron en el Registro Civil de la ciudad de Resistencia una partida de nacimiento que daba cuenta de los datos personales del entonces bebé. Para poder obtener más información fueron enviados a la Junta Electoral chaqueña, donde descubrieron hace una semana que podría estar viviendo en la ciudad de Santa Fe.
Esther volvió a Lanús y junto a las hermanas evangelistas organizaron un viaje a Santa Fe.
Con una camioneta alquilada se acercaron al barrio Las Lomas, ya que tenían información de que allí podría encontrarse Fabián.
Primero fueron a la sede de la policía. Esther les contó su historia y los patrulleros la acompañaron hasta una vivienda donde vivía una persona de nombre Fabián Medina. Llegaron y hablaron con la esposa. Se quedaron esperando que volviera de trabajar.
La reacción de Fabián al reencontrarse con su madre biológica
Cuando Fabián llegó, Esther le contó la historia; él no podía creerlo y contó lo que recordaba de su pasado. Narró que una mujer lo adoptó y lo crío en la localidad de Las Breñas, y que cuando él le preguntó por sus verdaderos padres, la mujer le respondía con evasivas, apenas decía que habían muerto y que, por ese motivo, ella había decidido criarlo.
Vivió hasta hace 17 años en la localidad de Las Breñas, donde conformó su familia con una mujer con la que tuvo hijos. Desde allí se fueron a vivir a Santa Fe.
Tras conocer la historia de Esther, las hermanas evangelistas y Fabián volvieron juntos a Lanús para que él pueda conocer a toda su familia: sus otros ocho hermanos menores, sus 28 sobrinos y sus dos sobrinas nietas.
Fuente: CorzuelaWeb.-
