El empresario Lázaro Báez, no padece enfermedades coronarias y está en condiciones de volver a la cárcel de Ezeiza, según concluyó el informe del cuerpo médico forense encargado por el juez Sebastián Casanello.
El dueño de Austral Construcciones había sido trasladado el martes por la noche al sanatorio Los Arcos, en el barrio porteño de Palermo, desde el penal de Ezeiza, luego de detectarle una «arritmia no habitual».
Los médicos le practicaron a Báez un cateterismo cardíaco para subsanar la arritmia y fue alojado en el segundo piso de la clínica, donde estuvo acompañado por Norma Calismonti, su ex esposa.
Báez, quien está detenido desde el 5 de abril de 2016 por presunto lavado de dinero, reclamó en reiteradas ocasiones que se le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria debido a problemas en su estado de salud, aunque su pedido no le fue concedido en las diferentes instancias judiciales.
Según señaló en octubre pasado la defensa del empresario, Báez sufre de un «estado depresivo ansioso» y reclamó en ese sentido que la Justicia le impusiera el programa de vigilancia electrónica, para que fuera monitoreado en su domicilio particular.
El empresario también sufre de diabetes e hipertensión, por lo que habitualmente toma medicación dentro del penal.