El dramático hecho sucedió en una vivienda del barrio Juan de Vera, donde la pareja discutió por una supuesta infidelidad por parte de la mujer. El hombre denunció lo sucedido ante la policía.
Un sujeto afirmó ante las fuerzas del orden que fue golpeado por su concubina, después de haberla descubierto intercambiando mensajes ‘subidos de tono’ con otro hombre. El curioso episodio sucedió en una vivienda del barrio Juan de Vera, de la capital correntina.
Por el caso, las autoridades de la fuerza de seguridad provincial iniciaron una causa, caratulada como “lesiones agravadas por el vínculo”, ya que el agredido resultó con “arañazos” y algunos hematomas, producto de la paliza a la que su mujer lo habría sometido tras una acalorada discusión.
El hombre de 51 años aseguró que estaba recostado en una cama, tratando de llamar la atención de su concubina, una chica de 22 años.
Según la versión del denunciante, le molestó en demasía que ella (sus datos como dirección son mantenidos bajo reserva) no le brindara atención y chateara incansablemente con su celular.
En determinado momento, ya sospechando de la fidelidad de la mujer, el hombre decidió arrebatarle el aparato de comunicación y revisarlo ante la furia de su concubina. La sorpresa, que dijo haberse llevado el hombre, fue mayúscula. Encontró una conversación vía Whatsapp con un amigo de él, a quien no tardó en identificar, ya que también lo tiene como contacto en esa red de comunicación virtual.
Ante el desaire el “engañado” comenzó con los reclamos de una explicación. Sin embargo, la mujer habría estallado en un acto de furia.
Alterado, el hombre que acudió a la comisaría Duodécima indicó, que ella tras esa discusión empezó a correrlo por toda la casa, mientras le arañaba la espalda, le aplicaba golpes y desparramaba todo a su paso. Los gritos del incidente de pareja habrían sido escuchados por parte de algunos vecinos y éstos, alarmados, aparentemente decidieron comunicarse con la Policía.
Más tarde, quien dijo ser víctima de la infidelidad y los golpes decidió concurrir a la seccional policial del barrio, para asentar la denuncia. En su testimonio manifestó haber confirmado el engaño por parte de la joven, a la que llama “su esposa”. Y brindó el nombre de un amigo suyo con el cual ella mantendría una relación paralela.
Por tratarse de un hecho de instancia privada, las autoridades realizaron los pasos pertinentes con la cautela necesaria, aunque al haber mediado violencia dieron paso a una instancia judicial.
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Fuente: época.
