El encuentro entre el Papa y el presidente Donald Trump se realizó en la biblioteca del Palacio Apostólico, y duró tan sólo media hora.
Trump llegó con 70 coches a la Via della Conciliazione, mientras un helicóptero revoloteaba en el cielo para seguridad. Entre los blindados de la caravana estaba “The Beast”, donde viajaba un doble del presidente.
Luego de las fotos de rigor, el mandatario norteamericano y el Sumo Pontífice mantuvieron una reunión privada donde trataron temas como terrorismo y cambio climático. “No me olvidaré lo que me ha dicho“, le dijo Trump al finalizar la cita.
Tras la reunión, el magnate estadounidense, quien asistió a la reunión con su esposa Melania y su hija Ivanka, aseguró que “el encuentro con el Papa fue fantástico. Es una gran persona. Italia me está gustando mucho”. Trump también posteó en sus redes sociales que la reunión con su Santidad el Papa Francisco fue un “honor de toda la vida“.
El encuentro se realizó con un monseñor que ofició de interprete español-inglés, quien debió traducir una broma del Santo Padre, que preguntó a la primera dama: “¿Pero qué le da de comer, potizza?”. La broma fue realizada ya que Melania Trump es eslovena, y la potizza es un postre típico del país. Sin embargo, el chiste no surgió efecto, ya que el traductor habría dicho ‘pizza’, por lo que sólo quedo un momento distendido a medias, donde se escuchó a Trump asegurar que era “deliciosa” (sin saber si se refería a la pizza o al postre).