Estudiantes de quinto año de la E.E.T. N.º 21, General Manuel Belgrano -ex colegio Industrial- visitaron la Cisterna Central de SAMEEP en el marco del Programa Educativo que ofrece la empresa provincial a las instituciones escolares con el objeto de dar a conocer acerca de la distribución de agua potable a través del proceso de potenciación y conducción.
De la visita participaron la vocal de la empresa, contadora Ana María Torres; Miguel Cicutta, jefe de Relaciones Institucionales de SAMEEP; Eduardo Cerdán, jefe de Electromecánica y Mario Busemi, docente encargado de los estudiantes.
Sobre la visita a las instalaciones de SAMEEP la vocal de la empresa, Ana Torres, señaló “Estamos recibiendo la visita de un grupo de alumnos del colegio Industrial dentro del programa educativo que tenemos hace varios años. En esta visita, mostraremos a los alumnos el funcionamiento de la Sala de Máquinas ubicada en Av. Las Heras y Av. 9 de Julio para contribuir a su formación profesional y que éstos puedan instruirse sobre lo que es la repotenciación del bombeo de agua hacia la ciudad.”
“Esto es otra parte del desarrollo de la potabilización y distribución de agua que también forma parte del Programa educativo. Lo que tratamos, a través de la empresa SAMEEP, es dar a conocer a los alumnos el servicio que presta la empresa en su totalidad.” agregó Torres y concluyó “Como decimos siempre el agua es salud, es por esto que consideramos importante que los alumnos puedan palpar y ver en primera persona el proceso de potabilización y, en este caso, bombeo de agua potable.”
Asimismo, el ingeniero Mario Busemi, quien dicta la materia práctica profesionalizante de quinto año indicó: “Visitamos esta cisterna central de SAMEEP con los alumnos de la especialidad de electromecánica. Venimos a ver las bombas, los tableros, los motores, el transformador que alimenta, los cables principalmente y conocer cómo funciona la distribución de agua auxiliándose de todos los componentes electromecánicos presentes.”
Busemi explicó que, con este tipo de recorridos, el alumnado se va insertando y conociendo lo que aprenden en la escuela. “Pueden ver que es algo que es real. Es más práctico y ellos se entusiasman mucho con las visitas, se motivan, les gusta el ruido, el volumen y el espacio” sostuvo.