El mandatario estadounidense echó atrás la histórica reconciliación diplomática que firmaron en 2014 Barack Obama y Raúl Castro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió una de sus más repetidas promesas de campaña: canceló todos los acuerdos que el gobierno de Barack Obama había alcanzado con su par de Cuba, Raúl Castro.
«Ustedes votaron por esa promesa y aquí estoy, como lo prometí», dijo Trump y logró una ovación en el discurso que dio en Miami, rodeado de anticastristas, adherentes republicanos y toda clase de «gusanos».
«Para Estados Unidos es mejor que haya libertad en nuestro continente, en Cuba o en Venezuela», disparó y volvió sobre su discurso de que Cuba es gobernada por la «misma gente que mató a decenas de miles de sus ciudadanos». Además culpó a La Habana de haber «sembrado el desastre en Venezuela».
«¡Trump sí, Castro no!», gritaron los concurrentes ante cada punto y aparte del calvo mandatario, que resumió su discurso en una frase: «Desde este momento cancelo el pacto del gobierno anterior con Cuba».
Sin embargo, dejó ver que está dispuesto a llegar a «un acuerdo mejor» con la isla si Castro convoca a «elecciones libres» y libera a los presos políticos.
«Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor», resaltó.
Las palabras de Trump no solamente lo reafirman como el líder ultraconservador que prometía ser, sino que además parte en dos la nueva historia que había comenzado entre Washington y La Habana a partir del histórico acuerdo entre Obama y Castro firmado en diciembre de 2014.