El Ballet Contemporáneo provincial prepara una producción centrada en la violencia de género

Espectaculo

El co- fundador, director y coreógrafo del Ballet Contemporáneo del Chaco, Lucas Garcilazo, retornó a la provincia para trabajar en una nueva producción con este cuerpo artístico dependiente del Instituto de Cultura. En su estadía en la ciudad, además de dar inicio a los ensayos con la Compañía, aprovechó la oportunidad para compartir su vasta experiencia y brindar un curso de técnica clásica para niveles intermedio y avanzado.Garcilazo ha estrenado anteriormente con el Ballet destacadas obras de su autoría, como por ejemplo “Tabicados” y “Ni aún Vencidos”, que ya conforman el repertorio del mismo. Luego de centrarse en problemáticas importantes como la dictadura y la guerra de Malvinas, esta nueva producción hará foco en la temática de la violencia de género desde el abordaje de la danza.

 

“Mi forma de trabajar pasa por indagar sobre el tema. Investigo, intelectualizo los datos y luego los paso al cuerpo. Esta es mi forma de trasmitírselo también a los bailarines con los que trabajo. Les paso primero la información, y una vez asimilada viene el trabajo corporal. En este caso no tanto porque desgraciadamente es una problemática muy actual, contemporánea para ellos, pero por ejemplo en los temas anteriores fue más necesario, porque muchos son de otra generación, ni habían nacido, y entonces es un requisito que puedan vivenciar las experiencias”, explica sobre el proceso.

La compañía chaqueña se ha renovado es estos últimos años, incorporando nuevos integrantes a sus filas. “A algunos de los chicos ya los conocía, pero con los nuevos aproveché para trabajar inicialmente sobre elaboración teatral, apuntando a desarrollar relatos ficticios como una forma de aproximación a los lenguajes del teatro y de la danza. Rápidamente todos captaron la metodología, y se armó el clima propicio para los ensayos. Necesitaba que estuvieran concientizados y sensibilizados para luego alcanzar el desarrollo corporal”, continuó.

Los ensayos continuarán por lo que resta del mes y durante julio, pues está previsto que la nueva producción se estrene en agosto. Garcilazo ve en el arte, particularmente en el lenguaje de la danza, una herramienta para hacer visible la violencia de género, que el público reconozca las distintas formas en las que se puede manifestar, y permita una mayor concientización.

“El arte tiene que estar al servicio de ello. En mis obras tomó la responsabilidad desde mi lugar de compromiso social. Cuando formamos esta compañía junto con Mariela Alarcón – su actual directora -, la intención era tocar temáticas locales con el abordaje de la danza contemporánea, y formar artistas y técnicos consustanciados con su cultura y forjar estos vínculos”, recuerda.

Con respecto a la nueva obra, Garcilazo reconoce que “un desafío importante fue abordar esta temática siendo varón y tratar de expresar la mirada femenina. Por eso fue un largo camino en el que dejé que las cosas maduraran dentro de mí, y en el proceso de investigación me empapé de la cuestión, me reuní con víctimas de la violencia de género que fueron generosas conmigo para compartir sus testimonios y así poder acercarme a sus experiencias”, relata.

El objetivo es que la producción se incorpore al repertorio del Ballet Contemporáneo del Chaco. Por esta razón, y teniendo en cuenta la diversidad de escenarios que el cuerpo artístico visita dentro y fuera de la provincia, es que Garcilazo trabaja en una versión que pueda ser fácilmente representada en distintas circunstancias.

“La obra tiene que estar activa, ese es mi compromiso. La idea es que se destaque la interpretación física de los bailarines y que pueda ser replicada tanto en espacios grandes como pequeños, por eso la intención es evitar grandes escenografías y poner el acento en la música”, declaró el coreógrafo.