Como cada cuatro años, el gran aperitivo de la Copa del mundo por naciones es el escaparate conocido como Copa Confederaciones. Esta competición, que se jugó por primera vez de forma oficial en el año 1997, ha llegado a la décima edición y por primera vez después de tres veces verá la ausencia de Brasil, la selección vigente campeón y que en más ocasiones se ha proclamado campeona. El torneo, que se jugará en Rusia, el anfitrión del próximo mundial, se disputará en cuatro ciudades diferentes: Moscú, San Petersburgo, Sochi y Kazán. La fecha de inicio es el 17 de junio y la de fin el 2 de julio, es decir que el gran evento durará exactamente dos semanas. En esta ocasión destaca la presencia de los debutantes Rusia, Chile, y Portugal, equipos que nunca antes de esta fecha habían participado al torneo.
Se trata de un campeonato que todavía no tiene el prestigio de un Mundial o de una Eurocopa, pero que suele ser un escaparate importante para las grandes estrellas. El ejemplo más evidente y más antiguo es el del brasileño Ronaldo, ex delantero de Real Madrid y Fc Barcelona, que en la primera edición, es decir la de 1997, destacó a lo grande y llegó a ser la figura de una selección brasileña capaz de llegar segunda al mundial del ‘98 y de ganar la Copa del mundo en 2002. Otro crack brasileño que ganó la Confederaciones y al año después hizo un gran mundial ha sido Neymar Jr., que pese a no poder conseguir la Copa más prestigiosa fue una de las figuras del torneo mundial de Brasil 2014 hasta que se lesionó en los cuartos de finales contra Colombia.
Es por eso que en la versión actual muchos jugadores harán hincapié en los partidos disponibles para aumentar el valor de su ficha y para hacerse un hueco en lo más alto del fútbol mundial. Entre ellos destaca el chileno Alexis Sánchez, que en los últimos dos años ha ganado dos Copas de América pero que todavía necesita dar el último salto en la élite durante un mundial. El equipo andino, entrenado por el argentino Juan Antonio Pizzi, es uno de los favoritos de esta edición, junto con Alemania, que sin embargo traerá un conjunto de jugadores jóvenes y con recorrido, mientras faltarán cracks de la talla de Ozil, Draxler y Müller. El campeón de América y el de Europa se verán las caras en el grupo B, donde también militan Camerún, campeón de África, y Australia, campeón de Asia.
En cambio, en el grupo A estará compuesto por el anfitrión Rusia, Portugal, México campeón de CONCACAF y por Nueva Zelanda campeona de Oceanía. Los lusos tienen los favores de los pronósticos, pero en estos torneos no existen resultados seguros. Lo que es cierto es que habrá fútbol y espectáculo, pese a la falta de un equipo como Brasil. Porque aunque no tenga el sabor de un mundial, la Confederaciones es un trampolín para el éxito futuro.
