La policía encontró el cuerpito del pequeño luego que su madre llamara a la comisaría llorando y explicando que lo había matado porque no pudo superar la muerte de otro hijo.
La parricida, Paola Patricia Quartar, llamó a la policía de Pilar en Córdoba, para contarles que había asesinado a Luciano, a quien sepultó hace ocho meses a mil metros de su casa, en una obra en construcción.
La víctima fue identificada como Luciano Gabriel Quartara, de tan sólo tres años. En la llamada a la comisaría, la madre (quien está detenida en la comisaría de Laguna Larga), aseguró que «estaba arrepentida» y explicó que había matado al niño porque no pudo superar la muerte de otro hijo, aparentemente por muerte súbita.
La fiscal y la Policía trabajaban para determinar las circunstancias de la muerte del menor, pero los informes preliminares indican que habría sido asfixiado.