Un incendio forestal ocurrido el sábado por la tarde en la localidad de Pedrogao Grande, a unos 50 km de Coimbra, en la región de Leira en el centro de Portugal dejó al menos 62 muertos y más de 50 heridos, según informó el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes.
El secretario de Estado precisó que, de los fallecidos, 30 personas fueron encontradas en sus vehículos, repartidos en dos carreteras de Leiria que quedaron cercadas por el fuego. Mientras, otras 17 personas fueron halladas en zonas aledañas a carreteras y más víctimas en el «ambiente rural» que rodea a estas vías.
El resto de datos se mantiene sin cambios, agregó Gomes, con un balance de heridos que alcanza las 59 personas, cinco de ellas graves, y cuatro frentes activos, dos de ellos «de extrema violencia».
«Desgraciadamente el número de muertos aumentó a 57 personas», declaró emocionado Gomes, encargado de divulgar a los periodistas las sucesivas actualizaciones de las que disponen las autoridades en el lugar del suceso, el término municipal de Pedrógão Grande, en el distrito de Leiria.
Los esfuerzos durante la noche del último sábado se concentraron en evitar que el fuego se aproximase a las varias aldeas cercanas, que no están en situación de riesgo, aseguró el secretario de Estado.
La información que manejan las autoridades apunta a que la tragedia se originó cuando un fuego de bajas dimensiones, impulsado por «vientos descontrolados», se convirtió en un «incendio imposible de controlar», según dijo Gomes.
La investigación policial en curso, apunta como principal causa de la tragedia al impacto de un rayo en un árbol seco que podría haber desatado el voraz incendio, según informaron fuentes de la Policía Judicial (PJ) lusa.
«La información recogida hasta el momento en el lugar del suceso nos permiten pensar que, con un alto grado de certeza, la causa sea un rayo que alcanzó un árbol», dijo a la agencia EFE el director nacional adjunto de la PJ, Pedro do Carmo, quien precisó que será necesaria una investigación para confirmarlo.
La rápida propagación del fuego, que alcanzó enormes proporciones con la llegada de la noche, se explica por las «condiciones meteorológicas extremadamente adversas» registradas en Portugal el último sábado, con temperaturas que superaron los 40 grados, apuntó Do Carmo.
En tanto, el papa Francisco manfiestó este domingo su «cercanía» con las víctimas. «Expreso mi cercanía al querido pueblo de Portugal por el devastador incendio que está golpeando los bosques alrededor de Pedrógão Grande, causando numerosas víctimas y heridos», aseveró el Pontífice al recitar el tradicional Ángelus en Plaza San Pedro.
«Recemos en silencio», convocó a los miles de fieles que lo escuchaban.