Las tareas están a cargo del gobierno provincial y las mismas se llevan a cabo por estas horas en la Ruta Nacional 30, donde se realiza un extenso enripiado para solucionar los problemas de transitabilidad ocasionados luego del derrumbe en el arroyo Guazú.
La conexión entre Esquina y Goya no podía seguir con inconvenientes. Fue una de las primeras preocupaciones que surgieron dentro de la sociedad, y obligó al gobierno de Ricardo Colombi a encargarse del asunto y definir un camino alternativo debido a la imposibilidad de trasladarse por el puente Santa Rosa (ahora en ruinas).
Se fijó que sea la Ruta 30 la que se utilice para viajar a esas dos localidades u otros puntos del interior de la provincia. Este camino lo habilitó la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), aunque todavía resta terminar el ripio.
«Se encontraba prácticamente intransitable y por tal motivo se pasó la motoniveladora, mejorando el paso para habilitar al tránsito», dijo el ministro Jorge Vara y agregó: “a este ritmo y si el clima acompaña como hasta ahora”.
Paralelamente y previo al derrumbe del puente Santa Rosa, Vara explicó que ya se había iniciado la obra de enripiado de la Ruta 30, la cual estaba prevista. Pero ante el conocido suceso, se llegó a un acuerdo con la empresa a cargo de las tareas “para acelerar el proceso de enripiado” y de esta manera se pasó de 15 o 16 camionadas de piedras por día a 60.
“A este ritmo se avanza alrededor de 2 kilómetros y medio por día” manifestó al informar que, aproximaamente, en 15 días la obra estaría finalizada.
