El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado este miércoles a 9 años y 6 meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, informó el tribunal del juez Sergio Moro en Curitiba (sur).
El magistrado indicó en su fallo que el exmandatario (2003- 2010), ícono de la izquierda latinoamericana, podrá «presentar su apelación en libertad».
Moro determinó que el ex mandatario recibió sobornos de la empresa constructora OAS, una de las más grandes del país. Entre las ventajas recibidas por Lula figuran además un lujoso apartamento tríplex de 215 metros cuadrados en un complejo nuevo en Guarujá, en el litoral del estado de San Pablo. A cambio de estos «favores», el ex presidente y líder sindicalista, habría facilitado contratos millonarios a esa compañía con Petrobras, según se desprende de la investigación.
La justicia brasileña apuntó que Lula actuó como «jefe» del esquema de corrupción que salpicó a su gobierno y al de su sucesora Dilma Rousseff durante más de una década. Con esta condena, el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) se convirtió en el primer presidente brasileño condenado de la historia.
Según la sentencia a la que tuvo acceso Infobae, Lula «participó conscientemente del esquema criminal, inclusive tenía consciencia de que los Directores de Petrobras utilizaban sus cargos para recibir ventajas indebidas en favor de agentes políticos y partidos políticos». Y añade: «De estos valores (los aportados por OAS) 3.738.738 reales fueron destinados específicamente al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva». Ese sería el valor que tiene el tríplex en cuestión recibido de manos de uno de los ejecutivos de la compañía más otra de más de un millón de reales.
Junto al ex presidente brasileño, también fueron condenados por el mismo delito de corrupción pasiva y lavado de dinero José Adelmário Pinheiro hijo, presidente del Grupo OAS, Franklin Magalhaes Medeiros, director de esa firma, y otros ejecutivos. También Paulo Tarciso Okamoto, presidente del Instituto Lula.
Desde que se inició el proceso hasta que fue condenado en primera instancia, tan solo pasaron diez meses de investigación. «Después de asumir el cargo de presidente de la República, Lula comandó una formación de un esquema delictivo de desvío de recursos públicos destinados a enriquecerse ilícitamente, comprar apoyo parlamentario y financiar campañas electorales», señalaron los fiscales en su acusación.
Moro también explicó en su fallo por qué no ordenó la detención del ex mandatario. «Considerando que la prisión cautelar de un ex Presidente de la República no deja de ser traumática, la prudencia recomienda que se aguarde el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones antes de extraer las consecuencias propias de la condena. Así podrá Lula presentar su apelación en libertad».
Sin embargo, el juez explicó que esto no significa algo que configure una «satisfacción personal» para el líder petista. «Por el contrario. Es lamentable que un ex presidente de la República sea condenado criminalmente». Finalmente, Moro realizó una cita para concluir sus argumentos: «No importa cuán alto esté usted, la ley siempre está por encima de usted». Como dice en su texto, la frase responde a una versión libre de «be you never so high the law is above you», de Thomas Fuller, historiador inglés.