La prohibición de entregar bolsas de plástico en comercios de la Ciudad que rige desde el 1 de enero impactó de lleno en los fabricantes y que ahora buscan subsistir. Según datos de Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP) en el primer semestre del año hubo una pérdida económica para el sector de $ 65 millones y la eliminación de 400 puestos de trabajo en las casi 120 empresas pymes de Ciudad y GBA que abastecían este mercado.
Además de la contracción económica, también advierten que se retrocedió en la separación de residuos, por la imposibilidad de contar con las bolsas para clasificar residuos. «La gente que se había acostumbrado a separar los residuos en la bolsa verde y ahora no lo puede hacer», explica Mario Tonelli, Director Ejecutivo de ECOPLAS, asociación civil sin fines de lucro, que estudia temáticas relacionadas con los plásticos y reciclaje. Esta merma en la clasificación también impacta en las empresas recicladoras de plásticos que registran una baja en sus insumos.
Según recuerdan desde la Cámara y Ecoplas, con la administración de Mauricio Macri en 2012 lanzaron la iniciativa para vender bolas verdes y negras para separar la basura en los hogares y eliminar del circuito las bolsas blancas. Esa política fue efectiva y se redujo 85% la cantidad de bolsas de menor calidad. Pero con el cambio de gobierno porteño en 2015, las políticas verdes cambiaron, aseguran.
La polémica se suscitó a partir de la entrada de la Resolución 341 de la Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA), el 1 de enero, que establece que los supermercados no pueden ofrecer más bolsas livianas, tipo camiseta, que se vendían en la línea de caja.
La norma permite en la actualidad que estos establecimientos ofrezcan otras bolsas, más resistentes y gruesas, con una medida de 50 micrones. Sin embargo desde ECOPLAS aseguran que la norma tampoco se cumple ya que es casi imposible encontrar ese tipo de bolsa en los comercios. En su lugar se ofrecen las «ecobolsas» (de tela), que advierten no son ecológicas, ya que son plausibles de contaminación por restos de alimentos y al lavarlas aumenta su impacto ambiental.
En una charla con la prensa, desde la cámara relataron que la administración Larreta les avisó dos meses antes de lanzar la resolución y ante la pregunta sobre el futuro de los fabricantes la respuesta fue que intenten readecuar el negocio. «Para reconvertir las empresas se necesitan tiempo y fondos. Al menos s$s 2 millones por empresa», asegura Verónica Ramos, de Ecoplas sobre las pymes que se quedaron sin mercado, ya que el 60% de su producción estaba destinada a supermercados.
Una marcha atrás de la resolución parece utópica ya que denuncian que la administración Larreta no los recibe y cortaron los canales de comunicación.
El sector plástico cuenta con entre 2.800 y 3.000 compañías que emplean 52.000 personas, de continuar con medidas como estas, se pueden perder más de 10.000 puestos de trabajo», concluye Ramos.