En una audiencia de prisión preventiva, los jueces remarcaron la ausencia de estas imputaciones. Entre los sospechosos está un ex de Fernanda Pereyra (26), quien estaba embarazada.
Con la confirmación de que la mujer asesinada en Neuquén es la mendocina Fernanda Pereyra (26), los investigadores siguen sumando pruebas para aportar a la causa, que tiene tres detenidos, entre ellos, una ex pareja de la mujer. Las autoridades ahora quieren agravar la acusación contra los sospechosos y endilgarles femicidio y aborto, ya que la joven estaba embarazada.
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Luciano Hernández –ex novio de Fernanda–, Osvaldo Castillo y Diego Marillán están detenidos e imputados por homicidio calificado, con premeditación y por ser cometido por dos o más personas. Al primero de estos se le agrega el agravante del vínculo.
Sin embargo, hay quienes entienden que la imputación debería ampliarse. El Diario La Mañana de Neuquén informa que luego de que Tribunal de Revisión confirmara la prisión preventiva de Marillán, los jueces observaron sorprendidos que la muerte del bebé no haya sido valorada en la acusación.
Desde el Ministerio Público Fiscal, José Gerez, salió criticar la observación y aclaró que «se extralimitaron en sus funciones» y que la acusación inicial de homicidio calificado fue la base de la que partieron.
Aseguran que ni bien lleguen estudios complejos, como el ADN para definir la paternidad, se podría avanzar sobre el femicidio. Además, cuando se determinen las causas de la muerte de la criatura se podría acusar de aborto.
Justamente, el padre del bebé que la víctima esperaba es uno de los puntos a resolver. En principio se cree que el progenitor no era el detenido Hernández, sino Kevin Carrasco, un hombre que cumple condena en la cárcel de Cutral Có por un crimen y quien ya reconoció la paternidad. El ADN confirmará esto.
Al parecer, esta cuestión podría haber desatado la furia de Hernández para planificar el crimen. Durante la estadía de Fernanda en San Rafael, en julio, la víctima habría recibido amenazas: «Volvé y vas a ver de lo que soy capaz», le habrían dicho por teléfono.
Vinculación con San La Muerte
En la pensión donde se produjeron las detenciones de Hernández y Castillo la policía encontró un santuario a San La Muerte, al que frecuentemente le rinden culto los narcos. Había velas negras, rojas y blancas, música satánica y una muñeca de papel con la misma estatura de Fernanda y una peluca de color caoba, el mismo color de pelo de la joven, que ofrecían al santo.
A esto se suma que Castillo tiene el torso y sus brazos con tatuajes que llamaron la atención de los investigadores: mujeres en llamas, tridentes, el diablo, dragones y demás imágenes relacionadas con el satanismo. Por esto y por elementos hallados en la escena del crimen, los detectives creen que mataron a la joven en medio de un ritual.
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-Murió apuñalada. La segunda autopsia determinó que fue a cuchilladas como le quitaron la vida. El primer examen no reveló la causa de muerte, ya que el cuerpo estaba quemado.
-Hallazgo. Los restos de Fernanda fueron encontrados el 21 de julio a la vera de la Ruta Provincial 6, en Rincón de Los Sauces, Neuquén. Un transeúnte hizo la denuncia.
DiarioUno.