La Policía Federal desarticuló una banda que se dedicaba a vender vehículos con la documentación adulterada y realizaba secuestros extorsivos. Fue luego de 30 allanamientos realizados en la ciudad de Buenos Aires y en localidades bonaerenses, en una investigación supervisada por el Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich.
En rueda de prensa, Néstor Roncaglia, jefe de la Policía Federal, y el director nacional de Investigaciones del Ministerio de Seguridad, Rodrigo Bonini, explicaron que en el Operativo Daytona se detectó que muchos de los autos eran robados en el país, y otros, a través de la simulación de mudanzas desde el exterior. Se hacían papeles apócrifos y una red de agencias de Capital y la provincia de Buenos Aires se ocupaban de la venta de los vehículos.
Se secuestraron 14 motos, un cuatriciclo, 79 autos deportivos y de alta gama y autopartes. Entre los rodados había automóviles marca Audi, Mercedez Benz, Alfa Romeo, Porsche, camionetas Hummer y motos Harley-Davidson.
Los efectivos de la División Sustracción Automotores de la Policía Federal efectuaron 30 allanamientos en barrios privados de Tigre y Pilar, y en distintas agencias y viviendas de Tres de Febrero, Marcos Paz, Olivos, Boulogne, Merlo, La Plata y la ciudad de Buenos Aires. Los procedimientos fueron ordenados por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, mientras que la investigación estuvo delegada en el fiscal federal Juan Pedro Zoni.
En el encuentro con la prensa, también participaron la subjefa de la Policía Federal, Mabel Franco, y el superintendente de Investigaciones Federales, Raúl Brítez.
Las tareas de inteligencia comenzaron a fines del año pasado cuando una víctima denunció que fue estafada al comprar un automóvil, ya que el vehículo tenía la documentación adulterada. En ese momento se detuvo al sujeto que había realizado la venta. Luego de distintos seguimientos encubiertos, tareas de campo, toma de vistas fotográficas, filmaciones y el relevamiento de los domicilios investigados, se identificó a toda la organización criminal.
En la conferencia, realizada en el Departamento Central de la fuerza, ubicado en el barrio porteño de Monserrat, Néstor Roncaglia aseguró que: “El valor total de los vehículos secuestrados asciende a unos 100.000.000 de pesos”.
«La comercialización de los vehículos provenía de tres fuentes», prosiguió el comisario y explicó que la principal era la compra mediante «el dinero recaudado de delitos conocidos como secuestros extorsivos virtuales».
En uno de los domicilios allanados los detectives descubrieron que los delincuentes estaban en pleno operativo ilegal de llamadas virtuales, diciendo que había personas de la familia secuestradas.
«Tenían toda una mesa de diseño desplegada para trabajar en forma ilegal, con todas las direcciones y teléfonos a los que iban llamando, y con un programa en una computadora habilitada donde registraban las llamadas», agregó Roncaglia, y aclaró que en ese momento «se produjo la detención infraganti de una pareja perteneciente a la organización».
Una segunda modalidad que utilizaban los delincuentes era robar autos en la vía pública, para luego adulterar sus patentes y sus números de motor.
Además, obtenían los vehículos a partir de «falsas mudanzas» desde distintos países, entre ellos Estados Unidos, con una documentación que no puede respaldar adecuadamente su ingreso.
Entre los elementos secuestrados hay tres armas de fuego, 500 mil pesos argentinos, 19 mil dólares y documentación registral de distintos vehículos.