Medios de comunicación nacional ofrecieron datos acerca de un comodato entre el Consejo de la Magistratura y el Arzobispado de Resistencia, Chaco.
Tal y como se expuso mediante una imagen copia del mismo, el comodato en cuestión fue realizado por el propietario del predio, que es el Consejo de la Magistratura, representado en su momento por sus autoridades constituidas institucionalmente y por el Arzobispo de Resistencia, Chaco. Ese comodato fue efectuado legalmente y de acuerdo a derecho.
El predio concedido en comodato era un territorio desocupado y en estado de abandono. A los fines de adecuarlo al emprendimiento previsto, que era un estacionamiento de cocheras, se acordó con una empresa competente en el rubro para ponerlo en valor y funcionamiento, asumiendo los costos a su cargo. Esto implicaba una importante inversión en trabajo de movimiento de suelo y de acondicionar el espacio.
Como los requisitos de entrega del lugar se demoraron en el tiempo, hubo que esperar más de lo debido para iniciar las obras.
Además entre las condiciones de usufructo del predio estaba la prioritaria de ofrecer 140 cocheras gratis para uso del Poder Judicial.
En el interim se cedió el 50% del predio al Ministerio de Educación de la Ciudad A.B.A para ampliar el colegio que linda con el mismo.
Luego, sin conocimiento de nuestra parte, se instalaron contenedores del Poder Judicial sin custodia; y este hecho se sumó a que previamente había sido retirada la seguridad con la que contaba el predio.
Considerando además que el tiempo de trabajo en el estacionamiento finalizaba a las 15 horas los días hábiles, excluyéndose la tarde y la noche, lo mismo que los meses de feria -julio y enero-, y finalmente valorando todos los elementos y circunstancias, se concluyó que no resultaba viable sostener el compromiso de nuestra parte.
La inversión realizada y lo pendiente por realizar no garantizaban su recupero razonable y tampoco las utilidades eventuales significaban un beneficio significativo de ayuda a destinar.
Nuestra Iglesia chaqueña necesita de recursos, pero este emprendimiento no los proporcionaba, descontando con certeza de nuestra parte, la buena voluntad e intención de las personas que intervinieron hasta aquí.
Por estas razones se decidió ya tiempo atrás restituir el predio en cuestión a su propietario, el Consejo de la Magistratura, y tal restitución fue recibida en sede.
