Se trata de un producto llamado ‘Jiftip The Diktip’, que se comercializa por internet y sus creadores se proponen destronar a los clásicos profilácticos de látex. De todas formas, los especialistas advierten que no está comprobada su protección contra enfermedades de transmisión sexual ni su función anticonceptiva.
Dentro del abanico de anticonceptivos, donde no todos son igual de efectivos, apareció un nuevo y polémico producto: Jiftip The Diktip. Se trata de un pequeño adhesivo, como un sticker, que se coloca sobre el meato urinario (el orificio del pene por el que salen la orina y el semen) y, al taparlo, impide que el cuerpo expulse el fluido durante la eyaculación.
Basándose en la premisa de que el preservativo resta sensibilidad al miembro masculino durante el coito y no permite que el hombre disfrute plenamente, los creadores del producto explican en su página web que este pequeño trozo de plástico está para aumentar el placer durante las relaciones sexuales y que es «la mejor alternativa frente a los preservativos, ya que éstos aprietan el miembro masculino y la relación es menos ‘agradable'».
La primera pregunta que puede surgir es qué le ocurre al pene cuando el semen que no es expulsado. El urólogo Ignacio Moncada, secretario general de la Asociación Española de Andrología, explica que el hecho de que «el semen se quede en la uretra y no salga puede producir una sensación de dilatación del conducto, lo cual no es excesivamente molesto. Una vez quitado el adhesivo ese fluido saldría sin presión, de una forma más bien babeante» y no con la presión con la que suele salir.
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Más allá de esta cuestión, que se queda en lo que puede ser una mera incomodidad, este producto no fue por ningún estudio científico y, lo que es más importante, tampoco está comprobado que prevenga las enfermedades de transmisión sexual. Moncada explica por qué es muy complicado confiar en este sistema: «No sé hasta qué punto este adhesivo queda pegado y actúa como barrera para que no salga el semen. Si es un adhesivo fuerte, ya que se somete a la fricción y a los fluidos de una relación sexual y resiste, entiendo que es posible que a la hora de despegarlo genere cierta molestia o irritación».
Su función anticonceptiva tampoco acaba de ser fiable, pero en su Web lo presentan como «el método que hará que te enamores del sexo otra vez» porque podés «sentir a tu pareja, sentirte libre y sentirte seguro». Pero según ellos, esto no es lo único, porque con el Jiftip The Diktip el tamaño «de verdad» no importa.
El producto, que está hecho de poliuretano, puede comprarse a través de la Web: un paquete con tres adhesivos (es desechable, se usa una por relación) cuesta ocho dólares. El paquete viene con un paño pequeño que sirve para limpiar la zona del meato para que el sticker pueda adherirse con más facilidad.
«El placer es una sensación que se tiene más en el cerebro que en el pene», asegura el médico. «Hay mucha gente que no puede eyacular, porque -por ejemplo- no tiene próstata. Sin embargo, sí tienen orgasmos y disfrutan del placer. El orgasmo es una experiencia más de tipo sensorial y que no se localiza exclusivamente en el pene ya que se puede llegar a ello a través del pensamiento sin manipular los genitales».
Al contrario de lo que muchos creen «que el semen no se expulse no indica que no haya orgasmo», ya que la eyaculación «es más bien una consecuencia de este clímax y no al revés». Más allá de esto, cada día se están generando preservativos más cómodos con materiales distintos que contribuyen al placer y dan la protección necesaria para tener una relación sexual segura y confortable. Sólo hay que conocer una serie de pautas para comprar el que mejor se adapte a las necesidades.
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Fuente: La Vanguardia.