Fox y Turner, las nuevas compañías encargadas del fútbol por TV, tendrán un departamento específico dedicado a monitorear lo que ocurra en las redes sociales.
Hasta hace unos meses, ir a la cancha con un teléfono celular equivalía a un pasaporte a la eternidad. Videos con los goles, jugadas repetidas hasta el hartazgo y hasta streamings en vivo podían hacerse sin ningún tipo de control. Los derechos eran de nadie y eran de todos: desde agosto de 2009, con el Fútbol Para Todos , los pagaba el Gobierno. Los dos nuevos dueños del fútbol por TV, sin embargo, están dispuestos a vigilar todo lo que se suba al ciberespacio. Y hacer respetar los más de US$ 1000 millones que invertirán en los próximos cinco años.
Tanto Fox como Turner tendrán un departamento específico dedicado a monitorear lo que ocurra en las redes sociales y la web mientras se jueguen los partidos de la flamante Superliga. Además, ambas empresas contratarán a auditores externos especializados en el tema que velarán por sus intereses. «Nosotros subimos a una plataforma una versión oficial de los partidos que transmitimos con la descripción exacta del contenido. Avisamos por dónde pueden pasarse las imágenes. Ese es un ADN madre. Después, un software lo compara con los millones de imágenes y videos que se transmiten en tiempo real. Se encienden alarmas instantáneas de quienes replican el contenido sin tener los derechos. Y el contenido se da de baja», explicaron en una de las dos empresas. En redes sociales como Twitter, la eliminación es casi instantánea. En Facebook puede demorar un poco más: hasta 15 minutos.
Aunque el bloqueo del contenido no implica la suspensión automática del usuario que haya subido las imágenes o los videos al ciberespacio, lo más probable es que la eliminación reiterada de un mismo usuario termine por cansarlo. Y desista en su intento de postear goles o jugadas importantes. En ese caso, siempre le quedará Whatsapp. Los robots que comparan los genes del contenido audiovisual no acceden a los servidores del gigante de mensajería instantánea.
Tanto Google como Facebook trabajan de una manera similar. Los dos gigantes cuentan con herramientas particulares para delimitar el alcance de una publicación. Ambos remarcan que el dueño de los derechos (en este caso, Fox y Turner) define qué se puede ver y qué no. Todo lo que coincida con el ADN madre que las empresas informan cada vez que transmiten un partido no podrá verse. Para identificar el contenido, YouTube usa una herramienta denominada ContentID, que compara el fragmento o la transmisión en vivo subida por los usuarios contra la huella digital informada por el dueño de los derechos. Es una tecnología que suele usarse con los videoclips de los grupos musicales. Facebook, por su parte, tiene un sistema parecido: por comparación, le permiten al dueño de los derechos identificar un contenido y decidir qué hacer. Puede optar por mostrarlo en forma parcial o eliminarlo directamente.
¿Qué ocurre si alguien quiere ver los partidos por un sitio web ilegal? Ese tipo de piratería es más difícil de combatir, pero en ambas empresas están convencidos de que podrán prevenir (y desalentar) su empleo. «Tratamos de prevenir el mal uso del contenido que generamos», se justifican en Fox y Turner al ser consultados por la contratación de estos servicios para auditar el contenido en la web. «Es un sistema que requiere tiempo de instrumentación y en el que trabaja mucha gente técnica», advierten.
A nivel regional, Fox tiene 15 personas bajo el mando de su Chief Antipiracy Officer, el abogado chileno Daniel Steinmetz. Para cubrir sus necesidades puntuales, reclutó desde su propia página web a un abogado argentino especializado en antipiratería, que reportará a Steinmetz. Turner, por su parte, tiene a al argentino Jorge Bacaloni. Entre sus competencias figuran la promoción y liderazgo de acciones antipiratería en Latinoamérica. Bacaloni fue uno de los autores de la demanda contra el sitio Cuevana por la difusión ilegal de contenido protegido por derechos de autor.
Lo que vale para Facebook, YouTube y Twitter también corre para otras plataformas menos conocidas. Si a alguien se le ocurre ir a la cancha y hacer un Periscope (el servicio de videos de Twitter) correrá el riesgo de ser apercibido o sancionado. Las dueñas de los derechos de TV prometen proteger el contenido enmarcado en la oferta vinculante aceptada por la AFA a comienzos de abril. Y aseguran que su software rastreará y eliminará todas las imágenes y los videos no autorizados.