El letrado Francisco Pisarello asumió la representación de la familia de Rocío, también brindó algunos detalles sobre el caso.
En primer lugar el abogado sostuvo que hay elementos firmes para creer que la pre adolecente de 13 años murió intoxicada tras ingerir una mandarina en la zona rural de Mburucuyá. Remarcando que en la vecina provincia no hay una regulación del uso de pesticidas en lo que respecta a la agricultura. Además, Pisarello aclaró que los niños-Rocío estaba con un primito- no ingresaron a la quinta sino que sacaron la fruta de un árbol que se encontraba en el portón de ingreso (a 90 metros del resto de las futas).
Según precisó el abogado defensor, “las frutas tenían un color verduzco, tirando a azul, la que agarra la mandarina es la niña, y le convida al primito que es criado por la mamá de Rocío” comentó. Continuando el relato, Pisarello dijo que, la muchacha se descompuso en el lugar, el niño corrió a pedir auxilio a la madre y fueron dos hermanos de la niña, uno de 16 años R.P, que no declaró, y la abuela de la niña. El nene tuvo una descompostura importante, con dolor de estómago, que lo lleva a vomitar. Luego van en socorro de Rocío y ésta le expresó que luego de comer la mandarina sintió mareos, náuseas. A ambos los llevan en remis al hospital de Mburucuyá, donde el niño vuelve a vomitar”, cerró.
Por último, Pisarello argumentó que hay elementos probatorios que aún no se agregaron a la causa, pero también se mostró preocupado por la lentitud con la que se desenvuelve el caso por parte de las autoridades policiales y judiciales, “ese mismo día se debieron haber secuestrado elementos importantes para la investigación, no un día después”. El abogado tampoco entiende como siendo el hermano de 16 años el primero que vio a la jovencita no haya sido llamado a declarar.
Cabe remarcar que, hasta el momento, los padres de la nena ni el dueño de la quinta fueron citados a declarar.
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