A partir de una exhaustiva investigación criminal, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, desarticuló una organización dedicada a la falsificación de patentes de automotor. Fue a través de un operativo de la Policía Federal Argentina, que detuvo a siete miembros de la banda e incautó más de tres mil chapas apócrifas tras allanar la fábrica donde las producían en Ciudadela.
“Este procedimiento fue posible gracias al profesionalismo de las fuerzas federales, que desarrollaron tareas de inteligencia y obtuvieron la información necesaria para realizar los allanamientos y detener a los responsables”, aseguró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
El operativo es desarrollado por la División de Sustracción de Automotores de la Policía Federal, institución que comanda Néstor Roncaglia. Incluyó 14 allanamientos simultáneos en distintos puntos del país, principalmente en la provincia de Buenos Aires. Allí se clausuró la “fábrica” de patentes truchas, donde se decomisaron más de tres mil chapas falsas.
“Esta es la culminación de un año de investigación. Esta red se dedicaba a la comercialización de autos de procedencia ilícita en todo su proceso”, aseguró el jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia. Y agregó: “Algunos vehículos eran desguazados, en tanto que a otros se les falsificaba toda la documentación y se los vendía”.
Durante el procedimiento, que continúa con otros allanamientos, se incautaron patentes truchas que simulaban ser del cuerpo diplomático, del Poder Judicial y de países limítrofes como Bolivia y Uruguay, con la intención de comercializar los rodados rápidamente en el exterior. También se decomisaron computadoras con las que se producía la documentación apócrifa y elementos que serán de interés para la causa.