“Desde aquel lejano 25 de junio de 1912, donde un grupo de chacareros, reunidos en la ciudad santafesina de Alcorta, proclamaban a los cuatro vientos que nunca más se dejarían explotar vilmente por los terranientes y familias oligarcas, hasta hoy, en la que miles de pequeños y medianos productores ayudan a la creación de la riqueza nacional, el sector agropecuario ha sido protagonista permanente de la historia argentina.
El trabajo del hombre de campo es un verdadero acto de fe. Nada está asegurado, nada está ganado antes que comience la jornada. Solo después de muchos sacrificios la simiente fructifica. Es por ello que en este día, queridos amigos chacareros, no solo quiero felicitarlos sino también agradecerles: agradecerles por ese trabajo fecundo, y que pese a los sinsabores que a veces les ofrece la vida, nunca pero nunca, se han dado por vencidos”.
