Desde el Gobierno están trabajando y negociando con la Conferencia Episcopal Argentina y el Vaticano para que el papa Francisco visite la Argentina. Luego de muchos trascendidos, parecen estar dadas las condiciones para que Su Santidad regrese al país en el segundo semestre de 2018.
A través de allegados y voceros, el Papa manifestó que no vendría al país para no interferir con las elecciones legislativas de octubre. Además, Francisco había expresado su malestar por “la grieta” ideológica que divide a la sociedad como otro de los motivos que dificultaban su primera visita oficial al país donde nació y desarrolló su carrera sacerdotal Jorge Bergoglio.
Las recientes declaraciones del jefe de Gabinete, Marcos Peña, se pueden interpretar como una muestra de las negociaciones de la Casa Rosada para que la visita papal se concrete.Peña ha sido una figura resistida por el Vaticano, al punto que cuando la Santa Sede habría pedido que el Presidente no lo incluyera en la visita oficial que hizo en 2016.
Además, las negociaciones se sustentan en otros funcionarios nacionales de buena llegada al Papa. Entre ellos se encuentran la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; y el exministro de Educación y actual candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires, Esteban Bullrich.
Radio Mitre.