Un simulacro que el equipo interdisciplinario de peritos llevó adelante en el edificio Centinela de Gendarmería determinaría que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado por un profesional.
Como parte de las conclusiones del informe preliminar se desprendería que el crimen lo habría cometido un profesional que limpió todas las huellas del departamento para simular un suicidio.
El informe marcaría un quiebre en la investigación por la muerte del extitular de la UFI-AMIA, que denunció un pacto del gobierno de Cristina Kirchner con Irán para encubrir el atentado a la mutual judía. Ahora, la pesquisa encabezada por el juez Julián Ercolini se encaminaría a esclarecer quién fue el asesino.
Los especialistas recrearon lo sucedido en el baño del departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero, donde el 18 de enero de 2015 apareció el cadáver del titular de la UFI AMIA.
Unos cuarenta peritos de la Gendarmería, de la defensa y de las querellas participaron del procedimiento que se hizo en el edificio Centinela de Retiro.
En 2015, Periodismo para Todos presentó un informe en el que un reconocido perito estadounidense analizó las pruebas del caso. El prestigioso patólogo forense Cyril Wecht determinó que había sido un homicidio:
La jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal y representante de la querella, sostiene desde un primer momento que a Nisman lo mataron. Hace unas semanas, en diálogo con Los Leuco, señaló: «En el expediente está probado desde marzo de 2015 que Alberto fue víctima de un magnicidio, por el contexto en que sucedió y por la función que cumplía como fiscal de la Causa AMIA». Para la magistrado «fue obra de los servicios de Inteligencia».
Salgado anticipó que Gendarmería presentaría en las próximas semanas un informe que dará un rotundo giro en la investigación por la muerte de Nisman. La pericia interdisciplinaria, en la que participaron unos 40 especialistas, apuntaría a que el exfiscal tendría dos tipos de droga en su cuerpo, que habría muerto a las 3 de la madrugada del domingo 18 de enero de 2015 y que su computadora habría sido usada cuatro horas después para ocultar la muerte de quien cuatro días antes había denunciado a la expresidenta Cristina Kirchner por el pacto con Irán.
La jueza también relacionó los golpes detallados en la autopsia con el hallazgo de ketamina en el cuerpo de Nisman: «Esa droga es un anestésico que los veterinarios usan en caballos, pero en dosis altas produce efectos disociativos, es decir, descontrol del cuerpo. Pudo haber sido usada para dominarlo». Sin embargo, aseguró que en los allanamientos a Le Parc nunca se secuestraron jeringas.
A la jueza federal de San Isidro le resultó extraña la actividad registrada en la computadora del exfiscal. «Yo conviví 17 años, por eso, es impensado que Alberto haya leído diarios por Internet cuando tenía las versiones impresa en la puerta del departamento. Y más que buscara la palabra ‘psicodelia'», aseguró sobre sus últimas horas.
Altas fuentes del Gobierno no confirmaron ni desmintieron a TN.com.ar el resultado de la pericia que se filtró hoy. Sin embargo, aseguraron que la conclusión del informe se presentará el lunes.
Un informe de PPT de 2015 mostró las irregularidades cometidas por las fuerzas tras la muerte del fiscal en departamento del fiscal.
Alberto Nisman había denunciado a la expresidenta Cristina Kirchner, a su canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, el piquetero Luis D’Elía, el activista de Quebracho, Andrés Esteche, Jorge Alejandro «Yussuf» Khalil, Héctor Luis Yrimia, y Ramón Allan Héctor Bogado por armar un plan para encubrir la responsabilidad de Irán en el atentado a la AMIA, a través del Memorándum con ese país que les garantizaría impunidad a los sospechosos de haber volado la mutual judía
Nisman apuntó a «la existencia de un plan delictivo destinado a dotar de impunidad a los imputados de nacionalidad iraní acusados en dicha causa, para que eludan la investigación y se sustraigan de la acción de la justicia argentina, con competencia en el caso».
La denuncia fue desestimada dos veces por el juez Daniel Rafecas y los camaristas Eduardo Freiler y Jorge Ballestero; pero recién en diciembre último la Cámara Federal de Casación Penal ordenó la reapertura del caso.
En paralelo durante 2016, se abrió una denuncia en el juzgado de Bonadio por «traición a la Patria» contra la ex presidenta, Timerman y los legisladores que aprobaron el Memorándum, y a través de la cual se comenzaron a recolectar muchas de las pruebas que habían quedado frenadas ante la falta de avances en la denuncia de Nisman.
Cuando la causa fue reabierta en el juzgado de Ariel Lijo y el fiscal Pollicita solicitó una batería de medidas, el propio Bonadio reclamó quedarse la competencia del caso ya que que estaban investigando un mismo hecho y su expediente estaba mucho más avanzado. La Sala II de la Cámara Federal hizo lugar al pedido del magistrado.
En agosto, además, la Corte Suprema avaló la investigación por supuesta «traición a la Patria» al rechazar el planteo de la defensa que entendía que no podía abrirse otra investigación ya habiendo una denuncia por «encubrimiento» a Irán. Así, con los dos expedientes concentrados en su juzgado, ahora Bonadio unificó las causas y podría llamar a la indagatoria a la expresidenta.