Es imperioso implementar políticas de Estado tendientes a dignificar al trabajador con más y mejor trabajo. Una de las iniciativas que se está evaluando desde el Gobierno nacional es el BLANQUEO LABORAL, debido a que en la Argentina existen 4,5 millones de personas que están en negro y la medida a implementar prevé beneficiar en principio a 1 millón de trabajadores.
El proyecto del Gobierno nacional no habla de flexibilización laboral, ni pretende ir contra los sindicatos, muy por el contrario, garantiza el modelo sindical argentino pero es necesario que se modernicen.
Desde el kirchnerismos y otros sectores duros de la política partidaria Argentina se resisten al cambio. El sindicalismo ortodoxo tiene miedo de perder privilegios y pretenden seguir instalados en el poder.
Hoy podemos ver sindicalistas millonarios, con un muy buen pasar económico y trabajadores rehenes de un sistema que solo privilegia a pocos gremialistas de la cúpula sindical.
La visión del presidente, Mauricio Macri, es construir una Argentina de iguales, donde todos tengamos las mismas oportunidades de acceso al trabajo, sin importar el lugar donde nosotros decidimos vivir.
Debemos construir una Argentina federal, donde el acceso a la educación y la tecnología sean las herramientas de constante capacitación para todos los ciudadanos, generando permanentemente las condiciones para evitar el éxodo desde el interior hacia los centros más poblados.
Queremos combatir la pobreza estructural y la resignación. Queremos devolverles la esperanza a todos los argentinos y decirles que vamos a estar mejor cada día.
Sabemos que no lo vamos a lograr solos, necesitamos de la participación de todos los actores involucrados para que juntos podamos encontrar la solución a este flagelo que afecta a 4,5 millones de trabajadores en la Argentina.
Nuestro mayor anhelo es consensuar medidas para la erradicación del trabajo en negro y que promuevan la generación del trabajo digno en todo el territorio argentino.