Un hombre fue condenado por violar a una menor a 10 años de prisión, y aparentemente el padre de la menor la habría entregado.
El condenado a 10 años de prisión, Ramón Sixto Videla, fue quien agrandó las sospechas sobre el padre de la menor.
Según sus dichos, el propio jefe de hogar entregaba a sus tres hijas, todas menores, para que sus amigos tuvieran sexo con las niñas a cambio de vino y asado.
Esto intentó ser una defensa para el Videla, pero existían pruebas contundentes para que se lo declarara autor de las violaciones y la corrupción sexual de una de esas nenas, que apenas tenía 8 años.
Para la fiscal Leticia Ferrón de Rago, es muy clara la lamentable situación que se vivía en esa casa. Por eso ayer pidió que condenaran a Videla a 12 años de cárcel y obviamente que se investigue al papá de la menor y también que los profesionales de la Secretaría Social de la Corte verifiquen si esas niñas aún viven en situación de riesgo.
Y el juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal) entendió que le asistía razón: condenó a 10 años y por los mismos delitos a Videla (recibió su segundo castigo, ya registraba uno previo por robo), ordenó investigar al papá de la nena y también que se conozca la situación en la que viven los menores.
El hecho se había descubierto el 20 de noviembre de 2015, cuando Videla llegó a la escuela de la nena a buscarla. Una maestra llamó entonces a su padre y éste le confirmó que el daba la autorización, pero la niña se resistió: “no voy a ir con él porque me hace cochinadas”, le dijo a las docentes. Ese mismo día Videla quedó preso.
La menor, en Cámara Gesell, detalló que todo había empezado en la Navidad de 2014 y que cuando era abusada en su propia casa, Videla le decía “sos una prostituta”, entre otras groserías.
