Miguel González se comunicó con los médicos que lo tratan y puso a disposición de la familia “todo lo necesario para asistirlo socialmente en un eventual posoperatorio”.
En momentos difíciles como los que está atravesando la familia de Fernando Almeida luego de la negativa de incluir al niño en la lista de espera para un trasplante cardíaco indispensable para su supervivencia , el gesto del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe fue recibido con emoción por los profesionales del hospital Juan Pablo II de la capital correntina. «Me llamó el doctor Miguel González para ponerse a total disposición y ayudar al chico en lo que fuera necesario», explicó ayer Roberto Jabornisky, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva infantil del nosocomio a cargo de la atención de Fernando. «Lamentablemente no hay mucho que podamos hacer desde el punto de vista médico ya que su única chance era el trasplante que se le negó por no haber sido considerado apto», completó el pediatra, de reconocida trayectoria científica y social.
El titular de la cartera sanitaria santafesina (Miguel González), confirmó el relato de Jabornisky. «Un diputado de nuestro bloque me contactó con el colega, a quien no conozco personalmente y le comuniqué que el Gobierno de nuestra provincia está dispuesto a otorgarle toda la asistencia social necesaria para sortear cualquier posoperatorio con la contención y el cuidado que requiere un trasplantado cardíaco», afirmó el funcionario.
Tras explicar que en Santa Fe existe una «articulación adecuada entre las áreas de Salud y Desarrollo Social para detectar y resolver los casos de personas que necesitan ser trasplantadas y no cuentan con condiciones socio-ambientales adecuadas para hacerse cargo de los cuidados posteriores», González detalló que «no cuentan con un servicio que pueda efectuar la intervención delicada que el niño requiere», pero sí pueden brindar las «comodidades necesarias que faciliten el postoperatorio de la criatura».
Sin respuesta aún de las autoridades sanitarias nacionales y con la magra oferta del Gobierno correntino de otorgarle una ayuda económica a la familia que no resuelve bajo ningún punto de vista la dramática situación social a la que están condenados, Fernando se debate entre la vida y la muerte, acompañado por su mamá. En tanto su padre, quien ayer se comunicó con los médicos correntinos para anoticiarse de la situación, pidió a las autoridades sanitarias una fotocopia de la Historia Clínica de su hijo, ya que desconocía lo de la exclusión de la lista por «las condiciones sociales y familiares».
No son muchos los que conocen el mecanismo de selección de las personas que pueden integrar la lista única de espera para un órgano -coordinada por el INCUCAI-, instancia que lamentablemente no pudo sortear el niño correntino. La inscripción en dicho listado es «un proceso compuesto de varias etapas que son registradas en el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA)», sostiene la página del organismo a cargo de la ablación y los implantes de órganos.
«Todos los trasplantes a excepción del de medula ósea, hueso y piel requieren inscripción en lista de espera. Se priorizan los pacientes que están en EMERGENCIA y URGENCIA, circunstancias definidas por parámetros médicos que indican la gravedad de la situación clínica del potencial receptor», agrega el texto oficial.
«Para estar inscripto es necesario la EVALUACION PRE TRASPLANTE, que el médico a cargo del paciente indica cuándo iniciarla. Concluida la Evaluación, si el paciente es considerado Apto para Trasplante, continúa el proceso de inscripción». Justamente en este punto del camino se quedó la esperanza de sobrevivir de Fernando, que aguarda -desahuaciado- en la terapia intensiva infantil del hospital correntino, el destino signado por su enfermedad.
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Fuente y foto: ámbito.com