El Partido Renovador Federal emitió un comunicado en donde sus referentes exponen las conclusiones de las últimas elecciones. Bajo el título “Por una provincia con identidad, valores republicanos y sensibilidad social”, llamaron a “iniciar un proceso que permita a los militantes proponer, criticar y construir” y a trabajar de cara al 2019.
En una reunión del Partido Renovador Federal convocada a fin analizar la realidad política y el resultado de las elecciones, luego de un extenso debate se concluyó el siguiente documento:
Al analizar la campaña electoral se llega a la conclusión de que se votó al gobierno Provincial y a sus candidatos porque el mismo va actualizando sus ideas todos los días, no permitiendo que voten jamás una medida contra los intereses del pueblo: Esto es rebeldía frente a las injusticias y a la prepotencia de un gobierno central insensible.
La autocrítica que debemos hacer es que no supimos entender que estamos viviendo una tercera transición en materia de representación política. Esto es que, en este momento y en gran parte del mundo occidental los partidos y líderes tradicionales van cayendo y se deshacen.
El punto es que frente a los fenómenos de la globalización, crisis y revolución tecnológica está surgiendo una tendencia reaccionaria que encarna un nacionalismo proteccionista en el mundo occidental. Sobre el trasfondo de la crisis de los partidos tradicionales vemos que se ha generado un compacto de partidos y liderazgos, no lo llamaría una coalición porque técnicamente no lo es. Esto introduce en el sistema de partidos una novedad, porque ya no es el radicalismo compitiendo con el justicialismo.
Analizando el estado de situación vemos que procedemos de la construcción de un sistema hegemónico que estuvo basado en la hiperprotección de la economía, pero este estuvo cruzado por denuncias de corrupción. Y al hablar de corrupción introducimos un elemento fundamental de este momento crítico que está viviendo el mundo y américa latina.Además, debemos tener en claro que las fuerzas contestatarias cumplen una fuerza deslegitimante.
Por ello, este nuevo marco supone dos cosas fundamentales: 1) un gobierno responsable sin apetito hegemónico y 2) una oposición responsable, capaz de provocar alternancia que no modifique los fundamentos institucionales del sistema, es decir del Estado de derecho, construyendo de esta manera una democracia en acción.
La cuestión pendiente de nuestra democracia es que los resultados en los campos económicos, educativos y sociales no han sido satisfactorios. Ahora bien, para salir de ello debemos iniciar un proceso que permita a los militantes proponer, criticar y construir.
Esta es la ocasión para restituir con seriedad nuestra credibilidad. Hoy tenemos nuevas ideas y nuevos modos, y confiamos en nuestra fuerza para ganar. Aunque la reconquista del poder, por si sola, no puede ser nuestra ideología, ni una justificación ideológica de nuestros planteamientos. Tenemos el proyecto, la experiencia, el propósito, la ilusión y ahora hay que ponerse a trabajar para volver a ganar elecciones.
