El sinuoso camino al Mundial Rusia-2018 termina este martes para Sudamérica, un calvario para la Argentina de Messi en riesgo de colapso, y de fatal pesadilla para Chile y Colombia, pero para Perú y Paraguay puede significar la gloria.
Con Brasil (38 puntos) clasificado hace cuatro fechas y Uruguay (28) necesitando apenas un punto para llegar sin escalas, la guerra por los dos boletos directos restantes y el salvavidas del repechaje se redujo a Chile (26,+2), Colombia (26,+2), Perú (25,+1), Argentina (25,+1) y Paraguay (24,-5).
La decimoctava y última jornada quedó dramáticamente condicionada por los resultados del jueves pasado: el sorpresivo 0-0 en Buenos Aires entre los equipos de la Argentina y el Perú, la inesperada derrota 2-1 de Colombia frente a Paraguay en Barranquilla y el resucitador 2-1 de Chile frente a Ecuador en Santiago.
Por eso la tensión estará presente el martes en cuatro juegos: en Quito, adonde el Messi de Sampaoli llegará dispuesto a ser el Messi del Barça para salvar a la albiceleste; o en Lima, adonde Perú buscará abrazarse con un Mundial después de 36 años y Colombia enmendar la tarea después de patear la clasificación.
También en Sao Paulo, adonde Neymar será juez de un Chile que logró quitarse la soga del cuello y espera asestarle la primera derrota a Tite en el premundial, y en Asunción, adonde Paraguay pretende darse un festín con la colista Venezuela.
Uruguay, en cambio, recibirá a la eliminada Bolivia en Montevideo, y todo hace pensar que ese puntico que lo separa de su decimotercera Copa Mundial lo sumará sin contratiempos en un abarrotado Centenario.
Táctica y matemáticas
¿Qué necesitan Chile, Colombia, Perú, laArgentina y Paraguay para matricularse en Rusia-2018?
Ganar como primera medida.
Así de simple.
Es un mandato perentorio.
Empatar o perder es enterrar la cabeza en la arena y esos resultados sólo tendrían valor en función de otros.
Chile quedó bien parado en la tabla con su victoria de 2-1 ante Ecuador el jueves en Santiago, porque saltó del sexto al tercer lugar y los resultados en las otras plazas favorecieron su ascenso.
Pero los bicampeones de América tendrán que buscar la clasificación frente al todopoderoso Brasil en Sao Paulo, que nunca ha perdido de local en la historia de las eliminatorias mundialistas, y con el agravante de la baja de Arturo Vidal por suspensión.
La victoria de la Roja en el Allianz Parque del Palmeiras será sinónimo de boleto directo.
Empatar también lo dejaría en Rusia o en la repesca, pero para ello entrará a jugar lo que digan los otros combinados.
En Lima, Colombia, cuartofinalista en Brasil-2014, intentará ser la piedra en el zapato de un Perú que no ve la hora de volver a un Mundial tras España-1982.
Los cafeteros, que eran terceros antes de esta última jornada, arriesgaron la clasificación al perder 2-1 con Paraguay en Barranquilla y bajaron al cuarto lugar, los incas le sacaron un punto a la albiceleste en la Bombonera y llegaron a 25 unidades -los mismos de Argentina- en zona de repesca.
Los de Pekerman estarán en Rusia ganando, incluso si llegaran a empatar, pero para ello necesitarán la derrota de Chile o la Argentina, o que Paraguay no golee a Venezuela por más de siete tantos.
Perdiendo tendría opciones remotas de repechaje en función de otros resultados.
Perú, en cambio, garantizará el boleto directo ganando pero en coincidencia con que Chile no sume los tres puntos en Sao Paulo o que la Argentina no gane por una diferencia mayor de goles de la que obtengan los hombres del Tigre Gareca.
Si empata o pierde se pone en manos de otros.
Paraguay, en tanto, volverá a un Mundial de manera directa si vence a Venezuela en Asunción con la combinación de una derrota chilena y que Argentina no gane en Quito.
En cambio obtendría el cupo del repechaje si se dan uno de los dos resultados precedentes.
Perder o empatar es la muerte de la albirroja.
La cuenta de la Argentina… Messi
A la Argentina le queda una vida, el problema es que su pulso es débil y para evitar el colapso deberá encontrar oxígeno en los 2.800 metros de altitud de Quito, adonde suele haber muy poco.
Para evitar quedarse sin un Mundial por primera vez desde 1970, Argentina deberá absorber la fuerte presión de ser sexto y espantar en su última chance la carencia alarmante de gol.
Su suerte pende de un hilo, y de que Messi frote la lámpara y aparezca una victoria en el Olímpico Atahualpa, donde no gana desde agosto de 2001, en el camino clasificatorio al Mundial- 2002.
Para ir directo a Rusia, la Argentina debe ganarle a Ecuador y esperar que se produzca un empate en Lima.
También tendrá un viaje sin escalas a Moscú venciendo en Quito así haya ganador en Lima, pero necesitando que Chile no sume los tres puntos en Sao Paulo.
La repesca se la garantizará con su victoria, sin importar lo que suceda en Lima o si Chile derrota a Brasil.
Empatar o perder la pondría en una situación complicada, ya no dependería de sí misma, sino de múltiples variantes de resultados.
La Argentina no puede fallar, su última bala -como siempre- se llama Lionel Messi.
Montevideo, AFP-NA.