*La naturaleza también hay madres 

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Madre hay una sola, dicen, pero eso no parece aplicarse en el mundo animal.

En el mundo animal, las madres son las principales encargadas de criar a los hijos. Su arma es el instinto maternal.

Desde mamíferos a insectos, pasando por reptiles o moluscos, la naturaleza ofrece innumerables ejemplos del más abnegado instinto maternal.

Hembras que cuidan con extrema dedicación sus huevos, otras que actúan de cebo para alejar a los predadores de sus cachorros.

Unas son capaces de sacrificar partes de su cuerpo por sus crías, otras los mantienen bien cerquita durante años.

Y semejante esfuerzo es fundamental para la supervivencia de sus hijos en el mundo natural, que también puede ser muy hostil.

Grandes y pequeñas, cada una con su estilo, aquí te contamos las costumbres y las hazañas de las mamás animales que forman esta particular selección.

OSO POLAR
La mamá osa polar suele parir en medio del invierno. Para cuidar al recién nacido, se queda dentro de la madriguera las primeras semanas y le da leche.

Pero en todos esos meses, ella no puede alimentarse, así que debe sacrificar su propia reserva de energía para dar de comer a su pequeño.

ELEFANTE
Los elefantes no son solo los animales terrestres vivos más grandes del mundo, también tienen el embarazo más largo entre todos los mamíferos: dura 22 meses.

Generalmente dan a luz una sola cría, que puede pesar alrededor de 100 kilos.

Durante los primeros meses, el bebé elefante depende únicamente de la leche materna para alimentarse, hasta que aprende a usar su trompa para beber y traer hojas a su boca.

Sin embargo, y aunque ya pueda alimentarse solo, continua mamando hasta los 3-5 años.

YAGUARETÉ
Durante el período de celo, suele escucharse de noche los fuertes bramidos de estos felinos: de las hembras llamando a los machos y de éstos respondiéndoles.

La mamá yaguareté se separa después de la cópula y, tras una gestación de 90 a 110 días la hembra busca una guarida donde dará a luz dos o tres cachorros, que pesan entre 600 y 900 gramos y mantienen los ojos cerrados hasta las dos semanas de vida. Su coloración es similar a la del adulto, pero parece más oscura pues las manchas son más confusas y más juntas entre sí. Puede pasar que en una misma camada nazcan cachorros manchados (pintados) y melánicos (negros).

VENADO DE LAS PAMPAS
Las mamas venados, se separan de su grupo para dar a luz a un cervato luego de un período de gestación de aproximadamente 7 meses.
El mayor número de nacimientos se produce en octubre y noviembre. La cría permanece escondida en el pasto bajo la atenta vigilancia de su madre por algunas semanas, luego de lo cual vuelven al grupo. La protección de la cría presenta un curioso comportamiento por parte de la madre. Ante la presencia de un predador ésta se aleja lentamente del lugar donde se halla oculto su hijo, tratando de atraer hacia sí al peligro.

YACARE OVERO
Los Yacarés de día se tienden al sol, a la orilla de los ríos y en los bordes de los pantanos, lo que le permite controlar y mantener su temperatura corporal. Durante las noches se muestran más activos, momento en el que salen a cazar.

La época de celo y apareamiento comienza en primavera. En estos momentos, pueden presentarse violentas peleas entre los machos, donde muchas veces finalizan gravemente heridos.
La hembra comienza con el armado del nido utilizando la vegetación del entorno. Forma montículos de casi 1,50m de diámetro y en su centro excava un hueco, donde colocará los huevos. Puede llegar a poner entre 20 a 40 huevos blanquecinos y rugosos. Luego, por encima de ellos, ubicará materia orgánica en descomposición. Esto producirá el calor necesario para la incubación de los huevos, mientras que la hembra permanecerá cerca de ellos para resguardarlos de los depredadores como el hurón mayor, caranchillo, lagartos y machos de su misma especie.
Alrededor de 2 meses después de la postura nacen las crías. Los recién nacidos poseen un diente de huevo en la punta del hocico, una herramienta que les permiten romper el cascarón grueso del huevo y que después de unos días de nacidos se cae. Desde el momento de nacer (y a veces desde antes de salir del huevo) las crías emiten gruñidos roncos. La madre que se mantiene siempre cerca del nido, acude a este llamado y quita el techo de tierra y ramas que cubren la nidada, así los recién nacidos pueden abrirse paso hacia la superficie. La madre se encargará luego de conducirlos hasta el agua y continuará protegiéndolos hasta, al menos el año de vida.

Sus predadores naturales son: la garza mora, la cigüeña americana, el yabirú y el hocó colorado para las crías; la boa curiyú para los juveniles y el yaguareté para los adultos.

*Por Luis Martínez