Tras su triunfo arrasador el pasado 22 de octubre, la diputada de Cambiemos Elisa Carrió participó del programa «Mesa Chica», donde habló de la expresidenta Cristina Kirchner , del Papa Francisco , del presidente Mauricio Macri y hasta confesó que en un momento de su vida política quiso «irse con Dios».
«Por Cristina tengo pena, quiero que vaya presa y que devuelva el dinero», lanzó Carrió y dijo que, si hay justicia, la ex presidenta termina detrás de las rejas. «¿Vos creés que es feliz? ¿Creés que el dinero le da felicidad?», interpeló la diputada de Cambiemos respecto de la ex mandataria.
Además, se refirió a cómo se sentía cuando gobernaba el kirchnerismo. «Había días que parecía que el cuerpo no me daba, que quería irme con Dios porque el peso de lo que podía pasar si ellos los Kirchner ganaban era tan grave (.)». De todas formas, confesó que en 2007 no le hubiera gustado ser presidenta pero le hubiese gustado evitar que Cristina lo fuera dos veces.
Por otra parte, habló sobre la detención de De Vido y dijo: «No me gusta ver a nadie en la cárcel». Sin embargo, arguyó que quiere que se devuelva el dinero y que haya justicia. «Si esa justicia implica la prisión preventiva, la condena tiene que existir», manifestó.
«No tomo champagne, no soy una nueva rica como ellos», respondió al comentario lanzado por el ex ministro de Planificación al momento de su detención. «Esto es el centro de la matriz mafiosa», sentenció respecto del «sistema» anterior.
Celebró, además, la renuncia de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó y mencionó que en su momento ella la impugnó. «El lobbista que defendió a capa y espada y que convenció a todos de defender a Gils Carbó fue Ricardo Gil Lavedra «, lanzó contra el abogado.
En ese sentido, se dirigió a los fiscales y los jueces y expresó: «Que ellos hayan acordado la renuncia de Gils Carbó con Germán Garavano no los hace operadores del Gobierno». «Yo sé muchas cosas. La verdad produce escándalo», agregó.
Asimismo, dijo que los gobernadores tienen que bajar impuestos y que hay que lograr un buen régimen de coparticipación federal para resolver «el tema de los jubilados sin aportes». Por otro lado, dijo que en el Estado hay «muchos ineptos» y que quiere un Estado poderoso pero más chico.
Sobre el final, y en referencia al papa Francisco dijo: «Yo no me confesaría nunca con Bergoglio». Agregó que lo quiere mucho, que tiene una relación personal muy buena pero política jamás. «Todos estamos con Bergoglio. Ahora, en Argentina somos de la Argentina. Del Papa lo que es del Papa y del César lo que es del César», expresó.