El excoordinador del extinto programa Fútbol para Todos, Pablo Paladino, negó el cobro de coimas que deslizó Alejandro Burzaco, lamentó el suicidio de su excoaborador Jorge Delhón y aseguró que la decisión de comprar los derechos de televisación de los partidos la resolvieron Carlos Zannini, Máximo y Cristina de Kirchner con Julio Grondona.
«Era un amigo de la familia, estoy viviendo una pesadilla enorme. Habré sido la última persona con la que habló. Lo llamé para explicarle que venga a mi casa, le dije que esto era una pelea de poderes, que no tenía ninguna responsabilidad en ninguna estructura administrativa ni económica», afirmó Paladino.
Según el exfuncionario sobreseído en la causa del Fútbol para Todos, Delhon era un «asesor» que firmaba convenios de retrasmisión con los canales de televisión. «Es una pesadilla, era mi amigo, sus hijos son amigos de mis hijos. Quiero hablar para dejar en claro su honorabilidad y honestidad, que nada tenía que ver» con las coimas. «Lo sentí avasallado, era un abogado, que iba a trabajar al microcentro todos los días, se tomaba el tren, no era una personas que estaba en Bahamas disfrutando de la coima de Burzaco», aseguró.
«Tiene cuatro hijos y vivió toda su vida en Remedios de Escalda, trabajó y se deslomó por sus familia, absolutamente normal, pero con códigos muy fuertes y se vio en una acusación semejante de un delincuente, que reconoce su participación en hechos delictivos, y no pudo superar la situación», agregó.
Paladino se autodesligó y desvinculó a Delhon de los supuestos sobornos. «Me preguntó qué pasó, por qué este señor dijo tal barbaridad, y le dije que venga a casa, que le iba a explicar que (Burzaco) debía tener un acuerdo para ensuciar en estos momentos», detalló, y consideró que en la Argentina «cuando se toman decisiones contra determinados derechos se necesita un shock que tenga que ver con alguna detención o denuncia, y este hombre ha respondido para mejorar su acusación con, una acusación semejante».
En ese marco, el exdirectivo del programa estatal reiteró que Fútbol para Todos «no manejaba recursos, no compraba derechos» y que se dedicaba a «articular la televisión y la logística con periodistas y productores». Paladino recordó que «los que compraba los derechos eran la Jefatura de Gabinete de Ministros y nos ordenaban a nosotros cuáles eran nuestras funciones».
Una de las hipótesis que deslizó Paladino sobre la decisión de Delhon de arrojarse a las vías del tren tiene que ver con la falte de entendimiento de la política. «Podría no haber entendido los cánones de la política agresiva que se está viviendo en la Argentina hoy, que ve lo que sucede en los medios permanentemente, que el Estado de derecho no está garantizado por los últimos acontecimientos».
En la charla radial, Paladino volvió a cargar contra el expresidente de la empresa Torneos y Competencias (TyC). «Fue socio del fútbol argentino durante décadas, y socio de las empresa que hoy tiene los derechos» de televisión, en referencia a Fox Sports. «Es muy fácil darnos cuenta que o que hizo hacer es circunscribir la duda en el ámbito del programa Fútbol para Todos, para certificar que el fútbol debe estar en manos delos privados», añadió.
Paladino dijo que «es una mentira» los del pago de coimas y reveló que en los últimos años de la gestión del fallecido Humberto Grondona en la AFA, Burzaco se convirtió en «el hombre fuerte del fútbol argentino» y de la mano del ex titular de la Asociación «se sienta en los sillones más importantes del gobierno argentino, ni si era quiera la Jefatura de Gabinete (la que decidía)».
«Las decisiones nos las tomábamos nosotros, el que contrataba era la Jefatura y la responsabilidad política era de quien decía ‘a este hay que contratarlo’. Zannini, Máximo Kirchner, Cristina de Kirchner se sentaban con Grondona y discutían. Nosotros discutíamos las cosas operativas, que tenían que ver con las sedes y horarios (de los partidos). La decisiones se tomaban al más alto nivel político», enfatizó.
Burzaco dejó a afuera de las graves acusaciones al Grupo Clarín y a «niveles superiores» del gobierno de Cristina. «No sé por qué lo hace, no soy su abogado, mi sensación es que lo que en este momento hace, es llevarlo una causa que no tiene nada que ver con nuestros país al Fútbol para Todos y ratificar que el fútbol debe ser pago y no debe estar en manos del Estado», opinó. «Es una a favor de alguien, no logro entender a favor de quién es. Lleva la causa (de EEUU) que se discute la compra de derechos y el FIFA-Gate a la Argentina sin explicaciones», remarcó.
El extitular de TuC es uno de los 42 acusados y se comprometió a devolver unos u$s 21 millones en coimas ya recibidas más multas y punitorios. A cambio ya negoció con el FBI la reducción de su pena a la mitad, con lo que podría quedar en libertad en menos de cuatro años hacia adelante.
Por otra parte, el exjefe de FpT evitó asociar los dichos del arrepentido con el manejo de los fondos de los clubes argentinos y la AFA. «No me parece que hay habido matufias, desconozco dónde cambian los cheques que le daba la AFA. La jefatura de Gabinete compraba los derechos, pagaba un precio y los trasmitía», aclaró, e insistió que «nada tiene que ver con la compra de los derechos del fútbol, que estaba en manos del Estado con el cambio de cheques» de la AFA.
Al ser consultado sobre si Grondona era un «hombre honesto», respondió: «No lo puedo decir, desconozco o que hacía con los recursos de la AFA».
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