Mauricio Macri no dará marcha atrás con su plan de tecno-voto. El tropiezo en diciembre de 2016, gestado por el PJ en el Senado y que enfureció al Presidente, es un escenario que el Gobierno cree que no volverá a repetirse.
En Casa Rosada entienden que con la nueva conformación del Congreso el proyecto que fue aprobado en Diputados y estuvo a un tranco mínimo para convertirse en ley, transitará sin sobresaltos mayores.
La hoja de ruta macrista contempla incorporar el tema en las sesiones extraordinarias de febrero a la vez que se enviará a Diputados un proyecto para modificar el sistema de financiación de los partidos políticos y de las campañas electorales.
Todo se lee, claro, en clave post 22-O: el triunfo de Cambiemos, aunque la numerología legislativa no sea del todo cómoda, supone que el oficialismo podrá avanzar con un paquete de reformas entre las que está, justamente, el instrumento electoral.
Macri le fijó como meta a su equipo que las presidenciales de 2019 se hagan con sistema electrónico en la mayor parte del país.