No se descarta que la cifra de víctimas pueda aumentar debido a que continúan las labores de rescate y de retirada de escombros.
Al menos 328 personas murieron y más de 2.500 resultaron heridas por el terremoto de magnitud 7,3 anoche en la provincia de Kermanshah, en el oeste de Irán y fronteriza con Irak, con la región del Kurdistán. No se descarta que la cifra de víctimas pueda aumentar debido a que continúan las labores de rescate y de retirada de escombros.
En Irak hay más 500 heridos y hubo siete víctimas mortales. Cuatro de los fallecidos se registraron en la localidad de Darbandiján, cerca de la frontera iraní, otros dos en Karamian y uno, en Suleimaniya, según informó el ministerio regional de Salud de la región autónoma del Kurdistán en un comunicado. El departamento también afirmó que 201 personas fueron hospitalizadas con heridas de diversa gravedad y otras 120 fueron atendidas por ataques de pánico.
Las poblaciones más afectadas por el terremoto en Irán son Kermanshah, Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, donde las comunicaciones telefónicas y la luz quedaron anoche cortadas. Los habitantes de muchas de estas zonas fueron evacuados de sus casas ante el temor de derrumbes. A esta poblaciones han sido enviados efectivos de la Media Luna Roja de Irán, el Ejército y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) para ayudar en las tareas de rescate. Un comité de gestión de crisis presidido por el ministro iraní del Interior, Abdolreza Rahmaní Fazli, ha celebrado una reunión de emergencia para estudiar las dimensiones del seísmo.
Las labores de rescate continúan para buscar a supervivientes del seísmo, que alcanzó los 7,3 grados en la escala de Richter. Las poblaciones más afectadas por el terremoto son Kermanshah, Ghasr Shirin, Sarpul y Azgale, donde las comunicaciones telefónicas y la luz quedaron anoche cortadas. Los habitantes de muchas de estas zonas fueron evacuados de sus casas ante el temor de derrumbes.
Las autoridades iraquíes ordenaron evacuar de manera urgente las áreas ubicadas bajo la presa de Darbandiján (noreste) después de detectar que el terremoto causó daños en esa central hidroeléctrica. El terremoto abrió grietas que se pueden apreciar en la superficie de la presa, según afirmó el director de esa central hidroeléctrica, Rahman Jani, en un comunicado. El director explicó que debido a la oscuridad todavía no se puede saber la gravedad de los daños, pero hizo un llamamiento a la población que vive río abajo para que salga de sus hogares en previsión de cualquier emergencia.
Anteriormente el ministro iraquí de Recursos Hídricos, Saad al Yanabi, informó de que se produjeron corrimientos de tierra en una montaña cercana a la presa de Darbandiján, aunque tampoco tenía información acerca del estado de la presa. No obstante, aseguró que no se han registrado daños en la presa de Hamrin, que está cerca de Darbandiján, un hecho que consideró “tranquilizador”.