#VÍDEO Deportistas extremos realizaron saltaron hasta la cabina de un avión mientras volaban sobre los Alpes Suizos

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Fred Fugen y Vince Reffet han realizado algo increíble al saltar hasta la cabina de un avión mientras volaban sobre los Alpes Suizos.

El deporte de volar con traje aéreo ha tomado una nueva dimensión gracias a Fred Fugen y Vince Reffet, dos expertos franceses en salto BASE conocidos como los Soul Flyers. Su nuevo proyecto se llama A Door in the Sky y consistió en saltar desde uno de los picos más altos de Europa hasta un avión en pleno vuelo.

En el vídeo de arriba podrás ver cómo el dúo se lanza desde la cima del pico Jungfrau en los Alpes hasta llegar al pequeño avión. Y a continuación, puedes leer la entrevista que le hicimos a Reffet en la que nos cuenta cómo consiguieron realizar algo tan increíble.

¿Cómo nació este proyecto?

Queríamos celebrar el 20 aniversario de la gesta que Patrick de Gayardon consiguió en 1997, cuando saltó desde un avión con un traje aéreo y luego regresó al aeroplano. Fue un auténtico pionero y queríamos hacer algo parecido. Un día le dije a Fred: ¡Tenemos que hacerlo como un salto BASE desde la cima de una montaña!

¿Para este proyecto el entrenamiento fue diferente?

La verdad es que al principio pensamos que iba a ser más fácil. Luego nos dimos cuenta de que era un reto técnico y mental. Teníamos que mantener la concentración. Durante el primer entrenamiento en España Fred fue capaz de llegar al avión, pero yo fallé y me lesioné las costillas. Un mes más tarde volvimos a intentarlo y lo logramos. Fuimos capaces de hacerlo cinco veces.

¿Luego vino la decisión de hacerlo desde un acantilado?

Lo más importante era tenerlo todo ya hecho antes de llegar a Suiza, así lo único que debíamos hacer era repetir lo que ya habíamos entrenado antes.

¿Cómo se comunicaban durante el vuelo?

Usamos unos intercomunicadores. Hemos hecho unos 100 vuelos con el piloto del avión, Philippe Bouvier. Fue un trabajo en equipo.

¿Qué se siente al entrar en el avión a toda velocidad?

¡Es una sensación agradable y extraña al mismo tiempo! Estamos acostumbrados a saltar desde el avión, pero no a entrar en él. La sensación es bastante extraña. Cuando estás en el avión ves cómo tu amigo vuela más y más cerca, es increíble. Al final nos emocionamos pues hemos trabajado muchísimo para conseguir que este proyecto funcione.

¿Cómo fue el no usar un paracaídas durante el salto?

Fue una locura. Estás a 4.000 metros ¡y tienes que saltar! Empiezas desde el lugar A y acabas en el lugar B que es un avión. Nos ha costado muchísimo trabajo conseguir realizar este proyecto. Durante los dos meses de entrenamiento no dejamos de pensar en los movimientos y en el aeroplano. Incluso cuando no estás saltando, tu mente sigue pensando en ello. Toda tu energía se consume en el proyecto.

Tenés que estar muy orgullosos de lo que habéis conseguido…

¡Sí! Ha sido el proyecto más intenso de nuestra carrera. Hay que tener habilidad, concentración y trabajar muy duro. Tuvimos que acondicionar el avión para no hacernos daño al tocarlo. También trabajamos con los paracaídas para que no se abriesen demasiado deprisa en caso de que tocásemos el aeroplano. Pero el mayor riesgo fue el salto BASE desde la cima de la montaña. Por eso quisimos entrenar muchísimo antes de ir a la montaña. En total volamos hasta dentro del avión en 20 ocasiones.

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