Detuvieron a un policía formoseño por el asesinato del empresario Héctor Sartori

Corrientes

El crimen, cometido en diciembre de 2015, tuvo lugar en la localidad correntina de Mercedes. La víctima tenía 74 años y se dedicaba a la industria yerbatera. Murió en su estancia luego de recibir múltiples golpes durante un intento de robo.

La Policía de Formosa, por instrucción de la justicia correntina procedió a la detención de un oficial de esa fuerza que prestaba servicios en San Martín Dos al estar “involucrado en la causa que investiga la muerta del empresario yerbatero misionero Héctor Aníbal Sartori (74 años), de 74 años, quien fue golpeado hasta la muerte en su estancia en Felipe Yofre, Departamento de Mercedes.

Los detectives estuvieron siguiéndolo seis meses. Trabajaba en la comisaría de San Martín Dos. Varias pruebas lo comprometerían como partícipe del asalto que terminó en el crimen del ganadero en la localidad de Yofre. Suman cinco los apresados en la causa.

Se tra­ta de un ofi­cial detenido en la localidad formoseña de San Martín 2, don­de un gru­po de efec­ti­vos de la Di­rec­ción de In­ves­ti­ga­ción de De­li­tos Com­ple­jos de la Po­li­cía de Co­rrien­tes lo cap­tu­ró, el fin de se­ma­na, a pe­di­do de la Jus­ti­cia, se­gún in­for­ma­ción co­no­ci­da por dia­rio Épo­ca de fuen­tes cer­ca­nas al ca­so.

Prue­bas re­co­lec­ta­das de par­te de los fis­ca­les Adrián Ca­sa­rru­bia y Bue­na­ven­tu­ra Duar­te, a car­go de la pes­qui­sa, con­du­jo a la iden­ti­fi­ca­ción de es­te nue­vo sos­pe­cho­so. Con él su­man cin­co de­te­ni­dos co­mo pre­sun­tos au­to­res del cri­men.

Al mo­men­to de co­no­cer su cap­tu­ra, al efec­ti­vo for­mo­se­ño le qui­ta­ron el ar­ma re­gla­men­ta­ria y un te­lé­fo­no ce­lu­lar que se­rá ob­je­to de mi­nu­cio­sas pe­ri­cias.

La in­ves­ti­ga­ción nue­va­men­te apun­tó al in­te­rior for­mo­se­ño, tal co­mo su­ce­dió en fe­bre­ro de 2016, cuan­do tres alla­na­mien­tos en esas tie­rras po­si­bi­li­ta­ron el ha­llaz­go de un au­to­mó­vil Hon­da Ci­vic, men­cio­na­do co­mo uno de los tres ve­hí­cu­los que los asal­tan­tes usa­ron pa­ra co­me­ter el de­li­to. Tal ro­da­do es­ta­ba guar­da­do en el ga­ra­je de una vi­vien­da del pe­que­ño pue­blo de La­gu­na Ye­ma, a 380 ki­ló­me­tros de la ca­pi­tal, pró­xi­mo al lí­mi­te con la pro­vin­cia de Sal­ta.

Sar­to­ri, de 74 años, fue ma­sa­cra­do a gol­pes. Su­frió des­fi­gu­ra­ción de ros­tro, frac­tu­ra de crá­ne­o, ta­bi­que na­sal y poli­­trau­ma­tis­mos, en su es­ta­ble­ci­mien­to ga­na­de­ro lla­ma­do “San­ta Te­re­sa”, ubi­ca­da a un la­do de la Ru­ta Na­cio­nal 123, don­de fue sor­pren­di­do por de­lin­cuen­tes que in­gre­sa­ron en un au­to­mó­vil, mien­tras otros aguar­da­ban cer­ca de la ca­rre­te­ra. El ga­na­de­ro es­ta­ba jun­to a un em­ple­a­do (ca­pa­taz) de su­ma con­fian­za y el hi­jo de és­te, de 16 años. To­dos fue­ron re­du­ci­dos a pun­ta de ar­mas de fue­go.

En me­dio del atra­co, cu­yo mó­vil has­ta el mo­men­to no ha si­do es­ta­ble­ci­do, el sep­tua­ge­na­rio re­sis­tió e hi­rió a Juan Car­los Mie­res, de 47 años, pro­vo­cán­do­le un pro­fun­do cor­te en la ca­be­za. Prác­ti­ca­men­te le re­ba­nó la ore­ja de­re­cha.

Tras es­to, otro de los asal­tan­tes efec­tuó un dis­pa­ro. Pe­ro equi­vo­có el blan­co. Ma­tó a Mie­res. En­ton­ces, des­bor­da­dos por­que to­do se sa­lió del plan ini­cial arre­me­tie­ron con­tra el es­tan­cie­ro y es­ca­pa­ron, de­jan­do con vi­da al ado­les­cen­te y a su pa­pá.

Mie­res re­cién fue iden­ti­fi­ca­do dos se­ma­nas más tar­de. Lo que con­du­jo a hil­va­nar la pes­qui­sa ha­cia el res­to de la banda. Pri­me­ro lle­ga­ron has­ta Al­fre­do Jo­sé A., en la ciu­dad de Co­rrien­tes, lue­go has­ta Ra­úl Ale­jan­dro I., cap­tu­ra­do en La Le­o­ne­sa, pro­vin­cia de Cha­co.

En ju­nio de es­te año, se en­tre­gó Jo­sé An­drés G., un ca­mio­ne­ro de 46 años que se de­sen­vol­vía en For­mo­sa, acu­sa­do de ser uno de los ide­ó­lo­gos del asal­to. Mien­tras que en sep­tiem­bre die­ron con el Fé­lix Ama­deo R., de 52 años, en la pro­vin­cia de Bue­nos Ai­res, don­de re­si­día y con­ta­ría con an­te­ce­den­tes po­li­cia­les pa­ra po­si­cio­nar­lo co­mo un “pe­so pesa­do”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Diario Época.