El presidente Mauricio Macri barajó ayer la posibilidad de sacar la reforma previsional a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que fue firmado por todos los ministros, pero tras evaluar los riesgos políticos y judiciales de la medida decidió no avanzar en ese sentido.
Poco después de las 18, el mandatario abandonó la Casa Rosada hacia la Quinta de Olivos, pero la actividad en Balcarce 50 lejos estaba de terminar.
Luego del fracaso en el intento por sesionar y transformar en ley la reforma previsional, el jefe de Estado, molesto por la situación que se vivió dentro y fuera de la Cámara de Diputados, convocó de urgencia a sus ministros, quienes comenzaron a entrar por la explanada de la Casa de Gobierno minutos después de que él se fuera.
También fue de la partida el procurador del Tesoro Nacional, Bernardo Saravia Frías.
El motivo de la cita fue para que los integrantes del Gabinete firmaran el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para poner en funcionamiento los cambios que introducía la iniciativa del Poder Ejecutivo, ya que ese tipo de herramientas debe ser rubricada por el pleno de los ministros.
El texto incluía una compensación para que los jubilados no se vieran afectados por el empalme entre las distintas legislaciones, tal como reclama la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió.
Sin embargo, luego de analizar los riesgos políticos y judiciales que conllevaría semejante desafío a los sectores opositores, el mandatario desistió y decidió no sacar el decreto, según confirmaron fuentes oficiales a NA.
Entre los contras que incluía el decreto se destacaba la advertencia que realizó a través de su cuenta de Twitter la ideóloga de Cambiemos: «Un DNU violaría gravemente la Constitución Nacional».
«Lo estamos analizando», se limitó a manifestar el ministro de Justicia, Germán Garavano, en declaraciones a la prensa al abandonar la Casa Rosada.
Buenos Aires, NA.