El presidente del Concejo Municipal compartió junto al escultor Fabriciano Gómez, la inauguración de las esculturas “Los sonidos del viento” y “Vuelo de esperanza”, que completan las 28 obras que componen el Corredor emplazado en Villa Seitor.
Martínez, destacó el legado que da a la ciudad y lo importante de la relación entre el artista, las obras y los vecinos. Y se comprometió con la Fundación Urunday para la creación de dípticos informativos sobre cada escultura que forma parte de este circuito.
“Los sonidos del viento” y “Vuelo de esperanza” están realizadas en metal, y son parte del “Corredor Fabriciano Gómez” que comienza en la Av. 25 de Mayo y la calle Lucio V. Mansilla, hasta llegar a la calle Julio A. Roca y desde esa arteria, 200 metros más hacia avenida MacLean.
Gustavo Martínez resaltó el “gran desafío el que emprendió este escultor que nunca deja de sorprender, y en este caso con una iniciativa en Villa Seitor, que es su barrio, donde además de la Casa Museo Fabriciano, se emplazó un circuito de esculturas en vía pública ubicadas en distintos sectores entre calle 8 y Avenida 25 de Mayo”.
El titular del Legislativo comunal contó que la idea es poder trabajar conjuntamente en un díptico que se pueda repartir entre los vecinos del barrio para que sepan de qué se trata cada escultura y que a su vez puedan mostrar a sus parientes y amigos que vienen de visita, el valor cultural de la ciudad. “Creo que debe ser uno de los pocos lugares en Argentina donde un barrio tiene su propio museo a cielo abierto en un circuito de ocho o nueve manzanas a la redonda y eso hay que resaltar”, marcó.
Son 28 esculturas que están en la vía pública y que los vecinos las sienten propias, a lo cual Martínez señaló como un emblema que produce una simbiosis entre el arte, el talento, el desarrollo cultural y el barrio: “Porque a veces cuando uno piensa en esculturas lo relaciona con exposiciones en grandes galerías o museos y acá está en el cordón de la vereda, en el barrio, y los vecinos cuando van a comprar el pan pueden percibir y respirar arte”.
Destacó el legado que va dejando Fabriciano y como se afianza Resistencia como ciudad de arte y cultura.
“LOS PUEBLOS TRASCIENDEN A TRAVÉS DE LA CULTURA”
Fabriciano afirmó que “el mayor privilegio es dejarle a la ciudad este legado cultural” y agradeció a los vecinos y a los funcionarios “por estar siempre y acompañar en este proyecto”.
Destacó la propuesta de Gustavo Martínez de armar un díptico y sumó: “Es un detalle hermoso y que a mí se me había pasado. Agradezco mucho porque todo cuesta y que nos den una mano es muy importante. Creo que hay que hacerlo porque es parte del trabajo, no se pone la semilla y se la deja sino que luego se la riega para esta crezca y progrese, entre todos, en comunidad”.
Pidió tomar conciencia de que “los pueblos trascienden a través de la cultura” y que en el caso de Resistencia hay 634 esculturas que hablan de ella. “Vamos a llegar a las 1000, tiene que ser el objetivo”, afirmó.
“DESTACAR LA GENEROSIDAD Y HUMILDAD DEL ARTISTA”
La presidente de la Legislatura provincial, Elida Cuesta, fue parte del encuentro y resaltó lo importante de acompañar a Fabriciano que “constantemente está colaborando y aportando” con el arte local: “Estas dos esculturas enriquecen el patrimonio de la ciudad. Quiero destacar además la generosidad de Fabriciano y la humildad con la que trabaja”. Pidió a los vecinos que cuiden.
“TENEMOS UN GENIO A LA VUELTA DE CASA”
Alfredo Bradford vive en Villa Seitor y resaltó “el valor cultural que Fabriciano se ha empecinado en darle a este barrio, que contribuye al acervo cultural de la ciudad, reconocido a nivel nacional e internacional y que para nosotros como vecinos es un orgullo”. Emocionado, contó que es amigo del artista y que el trabajo que viene haciendo el escultor “ha superado todo lo que uno podía llegar a pensar que iba a hacer”.
“Nos da identidad como pueblo, trascendencia como ciudad, provincia y país, es un genio que vive a la vuelta de casa, es maravillo eso”, finalizó.
