El hecho causó conmoción semanas atrás, y mucho se habló sobre la posibilidad de un caso de violencia de género. Ahora, una búsqueda de Google podría poner bajo la lupa a la joven arquitecta. Además, renunció su abogado.
Brenda Barattini, la joven de 26 años oriunda de Rada Tilly, que le cortó los genitales a su amante en un departamento del barrio Nueva Córdoba, está cada vez más complicada.
Después de varios días de silencio, la renuncia del abogado de la arquitecta que mutiló los genitales de su amante dio un giro sorpresivo en la historia al dejar al descubierto una nueva prueba.
«Mi renuncia obedece a una prueba nueva que confronta con la forma en que yo asumí de acuerdo a la convicción de que había una legítima defensa y que existió un ataque sexual», dijo Carlos Nayi tras conocerse su salida. Si bien no dio más precisiones al respecto, fuentes judiciales dejaron trascender que el indicio que determinó su salida surgió de Internet.
Brenda Barattini habría buscado en Google cómo seccionar genitales masculinos días antes del hecho. Esta revelación compromete la situación judicial de la imputada porque demostraría que existió premeditación y que fue consciente de sus actos. Se suma además a las anotaciones que tenía en una agenda, con palabras como «bisturí», «cinta» y «cortarle».
Complicada
La próxima semana -la última antes de la feria judicial- la fiscal de Violencia Familiar Bettina Croppi dictará prisión preventiva para la arquitecta de 26 años que le mutiló los genitales al hombre con el que mantenía una relación. Está detenida en la cárcel de mujeres desde hace casi un mes, cuando se produjo el hecho.
Barattini, quien hacía poco se había graduado como arquitecta y S.F, el hombre de 40 años (en pareja, con una hija de 11 años y que recientemente había sufrido la muerte de un bebe) habían salido unas seis veces cuando volvieron a encontrarse en el departamento de ella.
Croppi siempre dudó de la primera versión de la mujer, quien dijo que se defendió de un ataque sexual y la imputó de «lesiones gravísimas agravadas». Su primera declaración fue que el músico pasó por su casa a buscar un instrumento y que la atacó. Fue la descripción de las posiciones la que hizo dudar a la fiscal.
Brenda señaló que ella estaba acostada boca abajo con él encima cuando reaccionó, buscó la tijera de podar que estaba debajo de la cama y se defendió. Las diferencias físicas -ella es menuda y él, corpulento- llevaron a dudar a la justicia, según pudo saber La Nación.
Además, en la casa de ella encontraron una agenda con anotaciones como «bisturí», «cortarle», «cinta…», «su celular», «pedir ayuda» agrandaron las dudas respecto a si tenía algo planeado. El último día de noviembre la joven declaró por seis horas y allí dijo que ella había «simulado disfrutar» en el abuso y que, después, «agarró lo primero que tenía debajo de la cama».
S.F, por su lado, declaró que mantenían una relación desde hacía un año y que, en uno de los encuentros ella le preguntó «qué eran ellos». Su respuesta, afirmó, fue que «nada» y que si a ella «le hacía mal o le molestaba, terminaban». La última noche que se vieron ella le propuso: «te doy lo que me pidas si te tapás los ojos».
Cuando se produjo la mutilación él estaba acostado boca arriba y ella, inclinada, le daba la espalda.