Sobre el filo, el Gobierno garantizó el acompañamiento de los legisladores merced a la gestión individual con los distritos.
El apoyo de los gobernadores al presidente Mauricio Macri para que el Congreso lograra sancionar la reforma previsional tuvo explicaciones por fuera de las ideologías. Porque si bien hay una serie de compensaciones generales para las provincias como consecuencia del consenso fiscal (mantenerlo en pie, la principal presión de la Casa Rosada), también hubo negociaciones bilaterales por distrito.
Sin reforma, no hay Pacto Fiscal. Ese fue el mensaje a los mandatarios. En la práctica: la bonaerense María Eugenia Vidal amenazaba con retomar la batalla por volarle el techo al Fondo del Conurbano. Poco antes del acuerdo entre los gobernadores y Nación, Vidal tuvo su foto con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Una imagen que puso los pelos de punta en las provincias: si el máximo tribunal le daba la razón a Buenos Aires, el recorte para los gobernadores superaría los $50.000 millones. Dicen en despachos provinciales que varios distritos hubiesen llegado a una situación de quiebra.
A ese botín se suma el apoyo nacional para cubrir los déficits previsionales de trece provincias que no transfirieron su caja jubilatoria a Nación. Obras, llegada de los discrecionales ATN, el bono de repartija federal por la desestimación de juicios y el acceso a recursos del Fondo de la Soja son otras inyecciones que recibirán ahora.
No es poco y por eso muchos gobernadores se alinearon. Incluso casos como el rionegrino Alberto Weretilneck, cuyo sello Juntos Somos Río Negro no tiene legisladores nacionales propios, respaldó la reforma. No hubo derrame de presión, pero de todos modos alentó desde la tribuna.
Presión
«Cerraron la canilla de la coparticipación», era otra queja frecuente en las provincias, que esperaban esos fondos para depositar haberes. Lo admitió con micrófonos encendidos la diputada de Chubut Rosa Muñoz: «Tuve que tomar una decisión para que los empleados chubutenses cobrarán el sueldo y el aguinaldo», y dijo que el gobernador Mariano Arcioni recibió un mensaje en esa línea enviado por funcionarios nacionales. Si no daba quórum, no había plata. Ya para los sueldos de noviembre Arcioni había hecho peripecias con toma de deuda con intenso debate en la legislatura local el día previo al depósito en las cuentas.
Esa situación la vivieron otras provincias. Y diputados con gobernadores alineados a Macri que votaron contra la reforma comentaron a este medio que si el final hubiese sido más cerrado habrían levantado la mano a favor. Ante el abismo, las convicciones hubiesen cedido paso al pragmatismo. Es decir, la diferencia de nueve votos con que se aprobó la reforma previsional debe ser leía de forma relativa.
Trueques
En lo particular también hubo negociaciones. ¿Qué hubiese significado, por ejemplo, para Tierra del Fuego la caída del Pacto Fiscal? En primer lugar, la vuelta atrás del acuerdo entre Macri y la mandataria peronista Rosana Bertone para que la eliminación del impuesto interno a la electrónica sea progresiva. Si la baja iba a 0% inmediatamente desde 2018 era el fin de la industria fueguina. No hubiese alcanzado para mantenerla en pie la paritaria freezada por dos años que aceptaron los metalúrgicos de la UOM con las cámaras empresarias. Tierra del Fuego, además, logró destrabar la asignación de los $860 millones del Fideicomiso Austral (un plan de obras para la Patagonia) que en la previa al debate de la reforma seguía atado en $250 millones.
El neuquino Omar Gutiérrez también logró con su apoyo a la iniciativa despejar el nubarrón del impuesto al dióxido de carbono que hubiese afectado a la producción de gas, un incordio para los compromisos de inversión en el megayacimiento no convencional de Vaca Muerta. Además, se concretarán las obras para el Tren de la Norpatagonia y se habilitará el endeudamiento para la pavimentación de la ruta 23, que ya tiene una etapa concretada en Río Negro.
En Chaco, el mandatario Oscar Domingo Peppo recibió luz verde de la Casa Rosada para emitir deuda en dólares por un monto equivalente a $4.198 millones. El bono que se colocará en el mercado internacional se hará efectivo el próximo mes. Una parte de los fondos se destinará a los intendentes chaqueños que avalen el derrame del Pacto Fiscal del Estado provincial al municipal.
Peppo, además, tuvo otro bonus: destacó la aprobación del presupuesto nacional en el que se incluyen obras para Chaco por unos $65 mil millones, hecho que consideró como «algo histórico». En el primer borrador el monto era de apenas $150 millones.
Gustavo Bordet fue otro de los gobernadores PJ que acompañaron. En la previa, una polémica: el mensaje filtrado de la diputada Mayda Cresto señalando presiones del mandatario, luego desmentidas por Bordet. Para éste, uno de los puntos clave era conseguir respaldo de Macri para que se cubra el déficit de la caja jubilatoria provincial, que no está transferida a Nación. Los fondos compensarán el 50% del déficit y desde Entre Ríos manifiestan que los últimos años del kirchnerismo no habían recibido dinero para cubrir esas pérdidas. Mientras, Bordet avanza con más tranquilidad en medidas como ponerle fin a las jubilaciones de privilegio.
El peronista Juan Manzur, que negó aprietes sin que nadie se lo pidiera, respiró aliviado con la revisión del impuesto a las bebidas azucaradas, que volvió a foja cero tras estar gravadas en el borrador de la reforma impositiva con una suba que las llevaba de un rango de 4%-8% al 17%. La alícuota hubiese sigo un golpe para la industria azucarera, uno de los motores más importantes de la economía tucumana.
Por su parte, la peronista catamarqueña Lucía Corpacci logró que se liberaran fondos para terminar la construcción del Hospital de Niños (demorada por los envíos nacionales por goteo), que Nación regularizara la deuda con la Secretaría de Viviendas para obras, así como el dinero para un acueducto y cloacas en el interior de la provincia.
Afinidad
En Salta y Córdoba, gobernadas por los peronistas Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, hubo sintonía con Macri. A los favores genéricos del Pacto Fiscal se sumarán obras y fondos. No obstante, en el caso salteño votó en contra el diputado Javier David, quien responde al gobernador. En ambos casos, el apoyo tiene componentes del orden de la estrategia política, aunque Urtubey recibirá fondos extra para obras que se agregaron a último momento en el Presupuesto Nacional. Y además, ayer se confirmó que Nación le prestará $1.100 millones para «atender necesidades financieras» de la provincia.
También acompañaron la reforma desde Misiones, gobernada por Hugo Passalacqua (Frente Renovador de la Concordia).
Así como se descontaba el apoyo de los distritos Cambiemos (Buenos Aires, CABA, Jujuy, Corrientes y Mendoza) también era cantado el rechazo del peronismo menos dialoguista (Santa Cruz, San Luis, La Pampa y Formosa).
Además, se vio el pulgar abajo de diputados que responden a gobernadores de Santiago del Estero (Gerardo Zamora, Frente Cívico), Santa Fe (Miguel Lifschitz, Frente Progresista), San Juan (Sergio Uñac, PJ) y La Rioja (Sergio Casas, PJ).
*Informe de Ámbito.com.