Jésica González, la madre de Jonathan, un niño con discapacidad auditiva, relató que el lamentable hecho ocurrió cuando su familia comía el pasado domingo en una pizzería que está ubicada frente al pelotero y su hijo se cruzara con su hermano y primos para jugar en ese lugar.
Una mujer denunció que su hijo de 7 años fue discriminado en un pelotero de la ciudad cordobesa de Río Cuarto por el encargado de un pelotero que no lo dejó ingresar «por ser gordo».
Jésica González, la madre de Jonathan, un niño de 7 años con discapacidad auditiva, relató a medios de prensa locales que el lamentable hecho ocurrió cuando su familia comía el pasado domingo en una pizzería que está ubicada frente al pelotero y su hijo se cruzara con su hermano y primos para jugar en ese lugar.
El dueño del lugar «le impidió el ingreso aduciendo que era demasiado gordo y que le iba a reventar el pelotero. Fue muy feo lo que le pasó. Él lloraba mucho, se sentía muy mal porque lo habían sacado del pelotero», agregó.
«Mi marido le preguntó por qué lo había echado y le dijo, que era porque le iba a aplastar el pelotero. Finalmente nos fuimos», agregó.
La familia hizo la denuncia en Defensoría del Pueblo de Río Cuarto, con el único fin de que «le pidan perdón a mi hijo», dijo la mujer.
Jésica recordó que «fue una situación muy fea» la que debieron atravesar. En su relato, además, destacó que «el hombre del pelotero le dijo que se bajara porque era muy gordo y que, como era un inflable, lo iba a reventar».
Según la denuncia, el hombre acusó al menor de «pesar 80 kilos».
«El nene tiene 7 años y está en tratamiento porque es diabético. Es una locura lo que dijo ese hombre». Al momento del hecho, «mi marido se cruzó y el hombre le respondió lo mismo, que iba a aplastar el inflable. Después fui yo y me dijo: ¿No ves que es muy gordo?».
Mientras tanto, Jonathan no paraba de llorar, más allá de los intentos de su familia y del personal del restaurante por calmarlo.
«No hablamos del tema, porque se pone muy mal. Esta semana vinieron de una radio a mi casa, le hicieron unas preguntas y se largó a llorar y se fue a la habitación», recordó Jésica.
Señaló que «es la primera vez que nos pasa esto» y que su hijo «no tiene problemas de ningún tipo con nadie» y resaltó, «es el mejor amigos de todos en el colegio».
Más allá de la difusión que tomó este caso de discriminación (mucho tuvo que ver la Fundación Pensando en Vos de aquella ciudad), desde el lugar donde ocurrió el hecho nadie se ha comunicado aún con la familia.
“Lo único que quiero es que le pidan perdón al nene, nada más», solicitó la mamá.