En un comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina pidió distanciar a «determinadas figuras políticas o sociales». ¿Palo a Grabois?.
El Papa volvió a evitar a la Argentina en su última visita a Sudamérica, pero no perdió la oportunidad para meterse en la política de nuestro país. A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) salió al cruce de «gran parte de los medios de comunicación» por poner «atención en hechos menores» e incluso identificar «al Papa con determinadas figuras políticas o sociales».
En una frase que seguro traerá más polémicas que las que aspira a resolver, el organismo eclesiástico reiteró que «nadie ha hablado ni puede hablar en nombre del Papa».
La Iglesia reclamó así que no se produzcan «interpretaciones tendenciosas y parciales» del discurso del máximo pontífice. Y aclaró que Francisco se expresa «a través de sus voceros formalmente designados por él».
La CEA pareció aludir a la polémica que suelen suscitar dirigentes que algunos periodistas identifican como supuestos voceros de Francisco, aunque ellos mismos no se declaren como tales en público, como Juan Grabois o Gustavo Vera.
Juan Grabois, referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) se cruzó este domingo con Ricardo Roa, periodista que en un editorial del diario Clarín lo tildó de portavoz de Jorge Mario Bergoglio en el país. «¿Es Grabois el que habla o el Papa?», planteó el columnista en el título del artículo, a lo que Grabois replicó con fuerza: «Entiendo tu frustración, pero deberías asumir que no les da la nafta para pelear con él. Francisco está en otra categoría».
«Esta constante asociación ha generado muchas confusiones y justificado lamentables tergiversaciones de su figura y sus palabras que llegan incluso a la injuria y la difamación», indica el comunicado eclesiástico difundido este miércoles. Desde la Conferencia Episcopal, agregaron «deseamos ardientemente que el Papa sea valorado y escuchado como él se merece».
La CEA aclaró que «acompañar a los movimientos populares en su lucha por la tierra, techo y trabajo es una tarea que la Iglesia ha realizado siempre y que el propio Papa promueve abiertamente», pero, agregaron, dicho apoyo «no implica de ninguna manera que se le atribuyan a él sus posiciones o acciones, sean estas correctas o erróneas».
El aporte de Francisco en nuestro «país hay que encontrarlo en su abundante magisterio y en sus actitudes como pastor, no en interpretaciones tendenciosas y parciales que sólo agrandan la división entre los argentinos», concluyó el comunicado episcopal.
La discusión de Grabois con Roa fue la última de una serie de disputas que mantuvo el militante con periodistas de alto perfil y afines al oficialismo, como Marcelo Longobardi y Jorge Lanata.
*Perfil.