Una mujer de 21 años embarazada de dos meses es la principal sospechosa del homicidio de dos muchachos de 21 y 24 años.
“Propiedad privada, quienes la violen serán disparados”. La frase es muy común en Estados Unidos con carteles que advierten el peligro de ingresar sin autorización a un establecimiento particular. Lejos de norteamérica, en la otra punta del mundo, la premisa se cumplió aunque no hubo aviso previo.
El fin de semana pasado dos jóvenes de 21 y 24 años quisieron entrar en una fiesta privada pero no tenían invitación. El episodio comenzó con una discusión que fue subiendo de tono y tuvo un final trágico: los muchachos fueron apuñalados y murieron desangrados minutos más tarde.
Maximiliano Mengarelli y Rubén Octavo fueron registrados como las víctimas que intentaron ingresar en la vivienda ubicada en el barrio Savoia, ubicada frente a la calle 7, entre 475 y 476, a metros de la autopista que une La Plata con la Ciudad de Buenos Aires.
La principal sospechosa del crimen es la hija del dueño de la vivienda y fue identificada como Laura Sosa, una mujer de 21 años que está embarazada de dos meses y quedó detenida por aplicar un puñal en la espalda a una de las víctimas.
La mujer organizó la fiesta a través de un evento de Facebook y si bien era un encuentro privado con el correr de las horas la celebración se desbordó junto al consumo de alcohol y la noche se fue de las manos cuando llegaron Mengarelli y Octavo.
“No sabemos si pelearon por entrar o había algún episodio previo. Sólo podemos afirmar que la calle quedó como un campo minado de botellas de cerveza y otras bebidas, rotas y desparramadas por varios metros”, explicó uno de los investigadores de la causa.
