Los 900.942 vehículos patentados el año pasado son una buena base para cumplir en 2018 con las estimaciones que ya los principales referentes del sector se animan a hacer: llegar de ahora a diciembre, por primera vez, al millón de unidades comercializadas.
Es cierto que los hombres de esta industria no se han caracterizado por sus habilidades adivinatorias. Cuando aventuraron futuros promisorios, alguna crisis imprevista se cernió sobre ellos como un maleficio; cuando los dominó el pesimismo, la bonanza los sorprendió incrédulos. El mejor ejemplo es el año que acaba de terminar. A comienzos de 2017 nadie imaginaba un cierre tan auspicioso, que los dejó a un paso del récord de 2013 con 955.000 vehículos. Sin olvidar lo poca fiabilidad de los pronósticos se pueden enumerar, sin embargo, algunos puntos que permitirían pensar que el objetivo es posible.
Llegar a un millón de unidades significaría un crecimiento de 11% sobre el mercado actual. Viendo cómo terminó el año, con una demanda sólida, parece bastante posible de lograr. Esa demanda está alimentada por dos factores clave: las fuertes bonificaciones que realizan las terminales y una participación de las ventas financiadas importante y en aumento. Como estos dos elementos se mantendrán durante los próximos 12 meses, todo indicaría que el crecimiento está asegurado.
Respecto de las bonificaciones, los autos brasileños tuvieron un papel fundamental. Al «sobrar» en ese país por la crisis interna llegaron en cantidad y «ofrecidos». El país vecino está mejorando internamente pero no como para imaginar que necesiten recortar los envíos. Tienen capacidad instalada para más de 4 millones de autos y están vendiendo 2,2 millones. Este año podrán llegar a 2,6. Falta mucho para que haya un problema de abastecimiento en la Argentina de autos brasileños.
El otro tema, el de las ventas en cuotas, también tiene un futuro alentador. Los planes de ahorro -lo más importante en este ramo- seguirá siendo una apuesta fuerte de las empresas porque les asegura previsibilidad. Por ejemplo, General Motors (la segunda automotriz en el ranking de ventas generales después de VW) ya adelantó que quiere fortalecerse en este terreno. Así que habrá pelea en ese campo. A esto se suma que la financiación en general tiene un teórico terreno para seguir expandiéndose. Con promesas de una inflación menor a la de 2017 y señales de que las tasas deberán bajar, es lógico que los tomadores de créditos tengan motivos para endeudarse.
*Ámbito.